El consejero de Educación del Gobierno de Navarra, señor Gimeno, socialista/nacionalista, por lo visto, tiene una única función; no es otra que servir a los intereses de Pedro Sánchez.
Unos intereses que están reñidos conm por ejemplo, la libertad que deben de tener las familias en elegir la educación que quieren para sus hijos. Una educación que debe ser impartida en los centros educativos elegidos libremente, no en los que «a dedo» se impongan.
La falta de libertad es eso, obligar a ir donde uno no quiere. Obsesión pura y dura. A los centros públicos, al resto no.
El señor Gimeno debería estar más obsesionado por que mejoren sus alumnos que impedirles la libertad. ¿Pero acaso les importa, señor Gimeno, señora Celaá o señor Sánchez?
Posiblemente no, ellos a lo suyo, a destruir el sistema.