Últimas noticias

El Ayuntamiento de Pamplona consigue más de 600.000 euros del Estado para restaurar sus murallas

El Ayuntamiento de Pamplona consigue más de 600.000 euros del Estado para restaurar sus murallas

NAVARRAINFORMACION.ES

El Ayuntamiento de Pamplona comenzará este año la restauración del Baluarte de Parma y la zona de Corralillos (baluarte bajo), gracias a la financiación obtenida del Ministerio de Transportes Movilidad y Agenda Urbana

Esta mañana el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y el concejal delegado de Proyectos Estratégicos, Movilidad y Sostenibilidad, Fermín Alonso, han explicado que el Consistorio ya ha recibido la notificación provisional según la cual los trabajos de rehabilitación de este elemento patrimonial serán financiados en colaboración por ambas instituciones, a razón de un 65% el Estado y un 35% el Consistorio.

De esta forma, del presupuesto inicial 1.021.723 euros, el Estado aportará un máximo de 664.120 euros y al Ayuntamiento de Pamplona le corresponderá la cantidad restante, 357.603 euros. Desde el punto de vista de la distribución del importe por anualidades, las obras se realizarán a lo largo de 2021 y 2022 con inversiones de 408.689 y 613.034 euros, respectivamente. Para incorporar esta financiación externa se requerirá modificar el presupuesto municipal aprobado para 2021. Cuando se concluya esta intervención, en 2022, la ciudad cerrará un ciclo de varias décadas de recuperación patrimonial de un recurso emblemático Pamplona.

El Baluarte de Parma es único tramo de la muralla que falta para terminar la rehabilitación de los 5 km. de perímetro fortificado de la ciudad. Construido en el siglo XVI, hoy se encuentra ubicado entre el Archivo Real y General de Navarra y el final del Paseo de Ronda, frente el edificio de Educación de Gobierno de Navarra. Es una terraza sobre el río que mira a Rochapea y su rehabilitación se persigue desde hace años. Con esta obra, además de completar la restauración del perímetro amurallado de la ciudad, se da el primer paso hacia una intervención global en el solar de las Huertas de Santo Domingo.

Entre los argumentos valorados por el Ministerio está el imparto de esta obra en la mejora del paisaje urbano y, más concretamente, del Casco Antiguo y del Parque Fluvial. También su potencial como generador de empleo y para la mejora del posicionamiento turístico de Pamplona. La restauración de esa zona concreta, además, contribuirá a la desestacionalización de las fiestas de San Fermín y seguirá impulsando la imagen de Pamplona como ciudad cultural dotada de un importante patrimonio. El Casco Antiguo y el recinto amurallado de la ciudad están calificadas como “Conjunto histórico-artístico” desde abril de 1968, y concretamente las murallas, son bien patrimonial del Consistorio con categoría de Bien de Interés Cultural (BIC) según el Plan Municipal.

La intervención en el último baluarte: consolidar

El Baluarte de Parma y su baluarte bajo (Corralillos) están en buen estado en cuanto a definición de volúmenes y trazas, aunque en la zona de la batería baja existen desprendimientos en el encuentro del muro con el talud próximo a la cuesta de Curtidores (Rochapea). Las coronaciones de ambas zonas, sus ocho cañoneras y merlones, son las que se encuentran más desfiguradas, invadidas por enredaderas y por pequeños arbustos y arbolado de bajo porte, además de presentar faltas puntuales de piedra o ladrillo, lo que impide apreciar fácilmente la estructura de la fortificación.

Los trabajos a acometer en general son similares a los que se han venido realizando en la restauración de la Ciudadela, sus baluartes, revellines y en el conjunto del perímetro amurallado. Como primer paso habrá que realizar un leve rebaje del talud en la base de la muralla, eliminando las tierras y vertidos acumulados de instalaciones viejas, especialmente en la zona de la batería baja, para crear una meseta que permita la colocación del andamiaje necesario para la intervención. Además, se realizará una tala y desbroce selectivos de la vegetación y arbolado próximo a la muralla.

A partir de ahí, tras colocar los andamios, se retirará toda la vegetación que cubre el lienzo y se realizará la limpieza de la piedra de forma manual, respetando la pátina de la vejez natural. Se repondrán los sillares de piedra, una operación cuyo alcance se no podrá precisar hasta el desbroce, y se reconstruirán las zonas dañadas. En la parte exterior de la batería baja se aprecia una zona más deteriorada por raíces y arbustos que han provocado abombamientos. En ese punto se realizará una reconstrucción parcial, incluida la esquina, donde se deberá hacer un pequeño movimiento de tierra para llegar a la cimentación original.

Cañoneras, parapetos y troneras

La intervención en el baluarte lleva aparejada la reconstrucción de bordes de cañoneras, parapetos y troneras, para lo que habrá que retirar una capa de tierra de al menos 1,2 metros de profundidad. Las fábricas de sillería se rematarán con piedra tipo Ezcaba (calcarenita) con acabado abujardado, similar al existente. En la parte interior, y en las troneras, el remate será de ladrillo antiguo manual colocado a sardinel. En la cara interior de los parapetos (zona de la plataforma que da hacia el solar) está previsto realizar una campaña arqueológica para descubrir las losas originales de apoyo de cañones y los elementos elevados de puestos de vigía.

Las actuales protecciones metálicas de tubo doblado en los huecos de las troneras serán sustituidas por barandillas de acero similares a las existentes en otras cañoneras de Pamplona, en color gris. Tras la intervención se realizará un nuevo relleno con una capa drenante de grava, lámina geotextil y tierra vegetal y se sembrará pradera de bajo mantenimiento. Después de la limpieza y repicado de restos de morteros antiguos en mal estado, se rejuntará la fábrica de piedra con la misma mezcla que se ha empleado en todo el conjunto fortificado: agua, cal, arena negra lavada de río procedente de Puente la Reina de Jaca y arena ocre de Andosilla.

Actuaciones complementarias

Dentro del proyecto se actuará también sobre la escollera que protege del batir de la corriente la base de la muralla, en el tramo del río que incide en el baluarte. Este muro de mampostería, sillarejos y argamasa se encuentra muy deteriorado y será necesaria su reposición y adecentamiento. Las soluciones y procedimientos definitivos serán definidos en un momento posterior con el visto bueno de los técnicos de la Institución Príncipe de Viana. La actuación se rematará con una nueva solución de iluminación y la renovación de las instalaciones hidráulicas para evacuación de pluviales. Así, se realizará un nuevo depósito en la base de la muralla y una canalización escalonada de hormigón que aporte al entorno del parque fluvial el rumor del agua cayendo en cascada. Finalmente, en la curva del antiguo Portal de Rochapea, hoy desaparecido, se estudiará la demolición de un antiguo centro de transformación, hoy en desuso.

Además del Baluarte de Parma y su baluarte bajo, dentro del entorno del proyecto existen otros lienzos de piedra que configuran el espacio público, Es el caso de la muralla sobre la que se asienta el Museo de Navarra a lo largo de la calle Santo Domingo, el muro del jardín bajo del Archivo General o el propio muro con contrafuertes de la muralla del edifico. Estos lienzos solo requieren limpieza –para armonizar todo el espacio- y, ocasionalmente, rejuntado.

Una oportunidad para Pamplona

La ciudad inició hace décadas un gran proceso de rehabilitación de su patrimonio fortificado. El Baluarte de Parma pondrá el punto final a la restauración de 5 km de fortificaciones “paseables” dotadas, además, con un centro de Interpretación monográfico. En 2012, esta tarea obtuvo el Premio Unión Europea de Patrimonio Cultural/Premios Europa Nostra con galardones en las categorías ‘Conservación’ y ‘Premio especial del público’.

El 59% de los turistas que vienen a Pamplona se declaran atraídos por la Ciudadela y sus murallas y, en el caso del Baluarte de Parma, su interés se suma quienes declaran querer visitar lugares relacionados con los Sanfermines (78%), el recorrido del encierro (63%) o los parques y jardines de la ciudad (50%) ya que Pamplona es la ciudad de España con mayor superficie verde en su núcleo urbano. La restauración del patrimonio fortificado y su uso continuado en citas culturales y de ocio o la desestacionalización de las Fiesta de San Fermin, son valores monetizables y generadores de empleo, además de contribuir a la mejora de la calidad de vida de sus vecinos y el posicionamiento de marca de la ciudad. Por ello, la restauración del Baluarte de Parma y todo el proceso vinculado a la recuperación de las fortificaciones se pueden enmarcar dentro del Plan estratégico de ciudad (Estrategia 2030) que contempla el objetivo de poner en valor los atractivos turísticos históricos, culturales y emergentes de la ciudad, una línea de trabajo alineada con la Agenda 2030 de desarrollo sostenible.

About The Author

Otras noticias publicadas

Responder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies