No extraña que la comunidades del PP adelanten las matriculaciones para evitar la aplicación de la Lomloe, llamada Ley Celaá. No extraña que antes de que esta entre en vigor se estén adoptando medidas que permitan a las familias, a los padres, poder matricular a sus hijos donde ellos quieran y puedan seguir eligiendo libremente el centro educativo de sus hijos, público o concertado”.
La Ley Celaá es una perversión y ya es la peor reforma educativa emprendida en España. Ninguna de las ocho leyes educativas anteriores ha provocado tanto rechazo como el generado por la Lomloe entre padres, profesores, escuelas y sindicatos.
Afecta a la calidad de educativa y la vertebración del sistema nacional de educación al entregar el español como lengua vehicular de nuestro país. Premia a quien no se esfuerza, que premia a quien sin aprobar pueda pasar de curso. Es una ley que favorece claramente a la escuela pública, sí, la que pagamos todos, los de la concertada por duplicado. Y es una ley que imparte enseñanzas acordes con una ideología del gobierno socialista/ comunista como el que ahora padecemos en este país.
Una ley que durará lo que vaya a durar este gobierno y que no pasará a la historia por su excelencia educativa, sino, más bien, por todo lo contrario como la peor ley de educación.