Resulta, ciertamente, simbólico que ayer Pedro Sánchez llegara a Navarra con carácter de visita oficial. Entre abucheos y protestas, pero da lo mismo ahí están sus acciones-decretos de gobierno con sus consiguientes estados de alarma, por coronavirus, para imponer sus tesis intervencionistas en la política económica o para imponer una ley educativa absolutamente sectaria y un atropello a las libertades.
Casualmente el día anterior se había asegurado el respaldo de Bildu, amigos de ETA, a sus presupuestos y hoy se conoce el acuerdo firmado del mismo partido para los presupuestos de Navarra. Todo coincidiendo con la declaración meridiana bildutarra de “vamos a Madrid a tumbar definitivamente ese régimen”
Que manden en este país los Bildus y compañía flaco favor hacen a la convivencia.
Pedro Sánchez a lo suyo, mantenerse en el poder cueste lo que cueste y caiga quien caiga.
Cada vez más presos de ETA cerca de su casa, incluso los condenados con delitos de sangre. El carácter disuasorio que tenía la medida invalidado. Los presos contentos.
Mientras tanto, cientos de familias arruinadas por la perdida de un ser querido, asesinado vilmente y sin razón por la espalda, bomba lapa o tiro en la nuca por la banda terrorista.
Así nos va.