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La Hostelería Navarra pide ayuda y solicita urgentemente un plan de rescate

La Hostelería de Navarra pide ayuda y solicita urgentemente un plan de rescate ante el cierre decretado por el Gobierno de Navarra y que mantiene

Ante lo traumático que está siendo los dos meses de cierre que lleva el sector, la presidenta de ANAPEH, María Ángeles Rodríguez, ha solicitado a las autoridades un plan de rescate inmediato para la hostelería de Navarra. «Mientras los políticos suman, nosotros restamos», ha dicho.

Una situación insostenible que padece este sector ya desde el anterior estado de alarma de marzo a mayo y ahora en este nuevo estado de alarma la situación es de «desesperación».

Mañana jueves hay nueva concentración a  las 11:00 AM, frente al Palacio de Navarra en Pamplona, a las 11:30 horas se leerá un manifiesto en la Plaza del Castillo. 

La presidenta de ANAPEH se dirige al Gobierno de Navarra y autoridades:

«Dos meses cerrados entre marzo y mayo, desescalada, aumento de las restricciones desde el 20 de julio y tres semanas cerrados –hasta ahora- en esta segunda ola… desesperación. Noticias en los medios, llamadas de muchas personas a las asociaciones hosteleras, protocolos, ERTEs, despidos, cierres… desesperación. Reuniones con la administración, traslado de ideas, nos somos culpables pero se nos culpabiliza. Ruina… desesperación.

Unión entre asociaciones hosteleras, unión entre los empresarios, apoyo de los trabajadores, manifestaciones… esperanza. Bajan los contagios, mejoran los ratios, notamos el aliento de la gente, el apoyo de la sociedad… esperanza.

Los y las hosteleras nos alegramos enormemente de los datos que anuncian una bajada en la incidencia de la pandemia, de que esté sobre la mesa la esperanza puesta en las vacunas que podrían llegar incluso antes de fin de año y de que las medidas tomadas por las autoridades sanitarias estén teniendo efecto. Sin embargo, en lo que nos toca, creemos que las medidas restrictivas en la hostelería han tenido poco que ver en la incidencia del Covid. De hecho, creemos que la mayor efectividad hay que colocarla en el toque de queda y en las restricciones dirigidas a las quedadas entre familiares y grupos de amigos en espacios cerrados que no disponen de medidas de ventilación o distanciamiento y en botellones donde la gente se relaja, abandona las mascarillas, comparte bebidas.

¿En qué nos basamos? Las restricciones aplicadas al sector hostelero a lo largo de todos estos meses no han tenido efectos sobre la pandemia. Ni la prohibición de servir en barra, ni las restricciones en el aforo tanto en el interior de los establecimientos como en las terrazas, ni la restricción de horarios hicieron bajar los fatídicos números. Bien al contrario, ha coincidido con esas medidas el aumento de casos, mientras que su disminución lo ha hecho con el toque de queda y la prohibición de las reuniones de familiares y amigos.

Queremos abrir, con las condiciones que sean, en ello no va nuestra economía, nuestra salud, nuestra vida. Hasta ahora hemos cumplido con todas las medidas con la máxima responsabilidad. Pero vamos a dar la razón a la Administración y a las autoridades sanitarias. De acuerdo, somos nosotras y nosotros los principales culpables. Y entonces ¿qué pasa?

Otros países, como Alemania, Inglaterra o Francia toman medidas especiales destinadas al sector que más está sufriendo la pandemia. No hablamos de ERTEs, ni mucho menos de avales y préstamos, que son pan para hoy y hambre para mañana. No hablamos de medidas que suenan bien pero que tienen poca incidencia, como suprimir el impuesto de actividades económicas. Hablamos de ayudas directas, de planes de rescate en toda regla, de entender que este es un sector muy importante porque en él trabajan miles de personas, porque son miles de empresas, porque da de comer a agricultoras, a ganaderos, a bodegas, a trujales, a distribuidoras, a todo tipos de proveedores. Porque es innovador, comprometido, necesario.

¿Qué sucede aquí mientras tanto? Una ayuda de 10 millones de euros, que puede parecer mucho, pero que no llega a los 2.000 € por empresa. Eso sí, desde la administración aumentan esta cifra hasta los 64 millones, sumando todo lo sumable, lo que no son ayudas específicas para el sector sino ayudas generales –y necesarias- para todo el tejido económico de Navarra. Pero no son ayudas específicas, un préstamo NO es una ayuda, un ERTE no es una ayuda. Mientras los políticos suman, nosotros no hacemos más que restar.

Corremos el riesgo de parecer egoístas, de parecer que no nos solidarizamos con el resto de la sociedad, con las personas enfermas, las fallecidas, sus familias. No es así en absoluto. Sufrimos en lo personal como cada uno de ustedes, sufrimos por nuestras familias y amigos, sufrimos por la sociedad, pero también por nuestros negocios porque ya a nadie le cabe la menor duda de que este es el sector más duramente golpeado por la pandemia. Queremos ser parte de la solución pero, si realmente tenemos que estar cerrados sine die necesitamos algo muy sencillo: un compromiso total por parte de las diferentes administraciones, un compromiso real, palpable, medible e inmediato. Un rescate como el que ya se hizo a la banca. Y lo necesitamos ya, necesitamos AYUDA cuanto antes, porque ya es tarde.

En caso contrario esto va a ser, lisa y llanamente, un auténtico desastre».

Hostelería navarra demandan un “rescate inmediato y real” ante el cierre del sector

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