Hacen bien los ayuntamientos de este país en reclamar lo que les corresponde ante el sectarismo de este Gobierno.
Y es que como el Gobierno se ha quedado de un palmo de narices al no haber podido conseguir el superávit de los ayuntamientos españoles, algunos de estos temen la pataleta del Gobierno y que los fondos prometidos para la reconstrucción de sus economías destruidas, fruto de la pandemia del coronavirus, no lleguen nunca.
También temen que el sectarismo demostrado de este gobierno impida a los ayuntamientos del PP o afines, caso de Pamplona, ser beneficiados con estos fondos, por ser precisamente, como en esta tierra Navarra, de UPN, hoy en la coalición Navarra Suma.
No debería darse tregua a este gobierno. Este gobierno aprovecha cualquier debilidad «buenísta» de la oposición para hacer de su capa un sayo. Ayer con Madrid, un ejercicio de cosmética, mañana con Madrid, un ejercicio de sectarismo.
Y es que con este gobierno no se puede y algunos ayuntamientos lo saben.