Cuando en la pasada legislatura gobernaba en Pamplona Bildu, su representante máximo, Asirón, hacía y deshacía a su antojo, de tal forma que cada vez que actuaba, a sus acciones, ciertamente extravagantes, se las calificaba de «asironadas».
Una de ellas es la que ayer se descubría y Navarra Suma sacaba a la luz. Parece ser que 300.000 euros del erario público, de todos los pamploneses, se han malgastado por falta de iniciativa del anterior equipo de gobierno, «negligencia» e «inactividad» al no defender las reclamaciones y recursos interpuestos por la empresa LKS Ingeniería S.Coop.
Una actuación que, de ser cierta, debería obligar a asumir responsabilidades a Bildu, con Asirón a la cabeza y, a otros partidos que gobernaban con él, Geroa Bai, Podemos o I-E (a pesar de que estos dos últimos no obtuvieron representación en las elecciones de 2019).
Pero esto no va a suceder, aunque debería. Una asironada más y una labor bien hecha menos.