La reunión que mantuvieron ayer, Felipe VI (jefe del Estado) y Pedro Sánchez, su presidente del gobierno, se enmarcó dentro de la normalidad veraniega. Una reunión típica por estás fechas.
Sin embargo, en la rueda de prensa posterior, Pedro Sánchez, mostró su cara más negativa. Al ser preguntado por el caso Podemos, se limitó a decir que la Justicia continuará su curso, para no verse abocado a dar su opinión al respecto.
Actitud muy diferente a la que tuvo con el Rey emérito, Juan Carlos I. Recuérdese que entonces las informaciones que estaban dando en esos días hablaban de un presunto cobro de comisiones por parte del emérito. Entonces sí que no dejo actuar a la Justicia Pedro Sánchez, al calificar dichas informaciones de inquietantes. Y Juan Carlos I tuvo que salir de España.
A día de hoy nadie ha acusado al Rey emérito y si que Podemos, el socio de Gobierno de Sánchez, lo está. Varios de sus miembros figuran como imputados en la causa.
Obviamente distinta vara de medir. Pero ya se sabe «la cabra tira al monte». De vergüenza.