Nieves Ciprés
Con cerca de 8 millones de casos de coronavirus, China hacía saltar las alarmas y cerraba comercios ante una nueva oleada.
El domingo entrábamos, en esa normalidad, tras 100 días en estado de alarma, duro encerramiento de los ciudadanos, crisis económica, social, personal y sanitaria.
España, sumida en la presumible liberación de la “nueva normalidad” y de nuevo sin la previsible prevención, abre las fronteras y vuelta del turismo.
Pero con controles sanitarios de “broma”, denuncia la comunidad de Madrid, y el Sindicato Unificado de Policia en esRadio denuncia la ausencia de protocolo sanitario, escasez de personal e insuficientes medios de protección.
Cuando siendo competencia del Ejecutivo y del ministro Ábalos (el que dejó entrar a la 2 del dictador Maduro), deberían haber aprendido de su pésima gestión. Máxime cuando el aeropuerto de Barajas fue la principal entrada del virus a España.
Más al contrario, incluso le niega a la presidenta de Madrid, un plan de control y prevención para este aeropuerto.
Y ya han sido detectados los primeros casos en Barajas y Mallorca, si se produce el “coladero” ¿Quién será el responsable?
Entre tanto, el número de fallecidos por coronavirus congelado. El Gobierno de Sánchez e Iglesias eleva la cifra a algo más de 28.000 muertos oficiales, mientras que el Centro Nacional Epidemiológico de Salud Carlos III contabiliza más de 43.000.
Pero bajando de las musas al teatro… que diría aquél…. Asuntos políticos en Navarra.
Uno de satisfacción para el mundo educativo, institucional, familiar y social.
En el Ayuntamiento pamplonés, la nueva corporación de Enrique Maya (Navarra Suma), con respaldo judicial incluido, ha aprobado la nueva ordenanza del euskera, la anterior a la etapa de imposición de euskera “hasta en la sopa” del bildutarra Asiron con Geroa Bai, Podemos e I-E, claro.
Ahora, los derechos de todos los pamploneses están reconocidos. La nueva ordenanza no impone un bilingüismo completo que discrimine a la mayoría de la ciudadanía de Pamplona
Y es que una minoría de euskero-hablantes se estaba imponiendo a un 90% de hispanohablantes.
También esta semana sufría un varapalo judicial el programa Skolae, el del pentapartito de Barkos y Chivite, el de la coeducación que vulnera los derechos y libertades de los padres, el que impide formación ética, moral y religiosa, el de la ideología de género y relaciones afectivo sexuales…
Una sentencia que considera que su implantación y desarrollo fue errónea al no cumplirse los pasos y requisitos correctos. Un respiro para los padres que quieren que no se adoctrine a sus hijos en contra de sus convicciones.
Pero que el Gobierno de Navarra ha ahogado al recurrir, cuando más bien, debería reflexionar y no imponer aquello que produce rechazo y nadie se había planteado.
¿Recuerdan aquello de los radicales nacionalistas en Navarra o España?
¡Ante la imposición, insumisión!
Nieves Ciprés, periodista
