El Congreso que en breve va a celebrar UPN (Unión del Pueblo Navarro) debería devolver a este partido al «candelero» de la política navarra.
Una política, la navarra, que ha visto cómo en estos últimos tiempos, UPN, quedaba diluido en la coalición Navarra Suma que, consiguiendo la amplia mayoría de votos y escaños, veía cómo PSN y las minorías nacionalistas castigadas en las urnas, le arrebataban el gobierno. Y que ha visto, también, cómo otro de los partidos de dicha coalición, el PP, actuaba por su cuenta en esta región, dejando, sibilinamente, de lado al resto de los partidos de dicha coalición.
Dos son los candidatos que se presentan a este Congreso y dos son las candidaturas que presentarán su programa de empuje nuevo a un partido con vocación de gobernar y que ve cómo un cóctel explosivo formado por Bildu, PNV y PSOE gobiernan una región que quieren hacer desaparecer.
Renovarse a morir, dicho popular que, engloba una gran verdad, UPN debe mostrar lo que quiere para Navarra recuperando su esencia, alejado de coaliciones, en su futuro político.
Y es que ya se sabe, no gobernar ayuda a que uno se diluya. Pero no siempre.
UPN, está dividido en dos.
Son tiempos de divisiones.
Todos los partidos están divididos.
Así existe más democracia.
Tienen la obligación y el deber de negociar y consensuar.
El pensamiento único y el poder único es dictatorial.
Que aprendan de Adolfo Suárez, con todos los
Contratiempos que tuvo.