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¡Vade retro…  viejas glorias! Un modesto consejo al líder de la Oposición

Sin duda, es conocido el significado de las palabras iniciales del título de hoy, “Vade retro…”, conocida frase latina, que significa literalmente “vete atrás”, puesta en boca de Jesucristo: “Vade retro, Satanás” (Marcos, 8.33) con motivo de las tentaciones del diablo.

Dicho eso, la utilizo para osar recomendarle al líder del Partido Popular, Pablo Casado, la mayor precaución con algunas de las que muchos de los que creemos que puede ser un candidato firme a la Presidencia del Gobierno, si actúa como debe, consideramos “amistades peligrosas” que le van a restar más que sumar si aparece con ellas en primer plano mediático. Sé que esta afirmación, que voy a tratar de explicar, puede levantar ampollas o herir susceptibilidades si se saca del contexto en el que lo pienso y comparto con mis lectores. Como recordaremos, aunque parece que pasó mucho más tiempo, Casado llegó a la Presidencia del PP hace menos de dos años en el proceso de primarias que parecían disputarse las dos “niñas” de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría y Mª Dolores de Cospedal, no muy bien avenidas precisamente. Saltó la sorpresa y, con un buen discurso, fue segundo en primera instancia y con el apoyo de parte de los derrotados y otro gran y sentido discurso final, rompió pronósticos y acabó Presidente. Tenía por delante la gran tarea de limpieza y renovación de la estructura heredada que dejaba en su haber la pérdida de confianza de muchos votantes que llevó al PP en 2015 a los peores números desde su cambio de nombre, mejorados un poco en la repetición de Junio de 2016, que en mi opinión hubieran requerido una tercera llamada a urnas para dejar fuera al PSOE una larga temporada después de que echaran al peligroso Pedro Sánchez, todavía no doctor Fraude, pero ya rey del No es No y claros indicios de falta de escrúpulos y sentido de Estado, pospuesto siempre a su propia ambición y objetivo: llegar cómo y con quien fuera.

Tras el verano, seguramente no el mejor de su vida en cuanto a vacaciones, se encontró con la convocatoria anticipada de elecciones andaluzas en Diciembre que pudieron truncar uno de sus posibles propósitos, el relevo de la Presidencia de su partido en la tierra de María Santísima que Soraya-Arenas habían ganado por la mano a Cospedal cuatro años antes, y creo que acertó en la decisión. En lugar de consumar lo que parecía una muerte anunciada y asumir el grave riesgo de un nuevo candidato sin tiempo material para una disputada campaña en un contexto desfavorable, decidió tirarse a la piscina y, prácticamente, hacerle la campaña in situ que permitió la remontada suficiente como para, pese a quedar segundo, conseguir la Presidencia de la Junta gracias al cambio de rumbo de Ciudadanos -uno más- y a los votos del descontento -casi 400.000 (casi los que se cayeron con Arenas en Marzo/2012 por el ya entonces importante cabreo con Rajoy) y 12 escaños- que recogió VOX, “resucitado” tras la campaña de puertas abiertas de las TV’s subvencionadas tras el exitoso Vistalegre-I, instrumentada sin duda desde Moncloa después de la llegada del censurador y su equipo asesor, con la controvertida y nunca informada reunión con Georges Soros con la que se estrenó después de cambiar el colchón. Casi con el paso cambiado le cogió también la convocatoria de esas “elecciones lo antes posible” que acabó convocando once meses después el ya consagrado como mayor mentiroso del Reino, en las que el extremo verde y la veleta naranja no aceptaron la propuesta de España Suma para unir fuerzas frente a lo que podía venir. Pasó lo que pasó y vino una nueva prueba con las elecciones municipales y autonómicas en las que de nuevo acertó Casado en la elección de candidatos, sobre todo con los dos de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida, que se han revelado como dos grandes políticos. El mismo escenario en Noviembre/19, pero esta vez los socios no dejaron escapar la ocasión que una tercera vuelta les complicaban las encuestas para su ansiado retorno al socialcomunismo sepataratista que al final llegó.

Tras este paréntesis de lo que llevaron hasta aquí los últimos años, retomo el consejo a quien creo que puede ser la alternativa hoy para desbancar al despropósito de gobierno actual y para eso me parece que hay que romper de una vez con el pasado -por duro y difícil que sea- cuyo resultado ya hemos visto. Por supuesto que con lo de “viejas glorias” no me refiero a que se rodee de jóvenes promesas -creo firmemente que por buenos que sean algunos más jóvenes, no debería acceder a una responsabilidad política, sobre todo en puestos importantes, nadie que no haya entrado en los 50 y siempre que lleguen, además, respaldados por un gran currículum vitae, académico y profesional- sino a aquellos que han pasado por puestos relevantes de la política y aunque hayan tenido aciertos, no han hecho lo que estaba en sus manos para fortalecer el sistema social y económico de España. Al menos en público y de cara a los medios -en su mayoría hostiles-, creo que no le conviene a Casado aparecer con los dos principales responsables del PP. No voy a entrar en detalle pero las cesiones de Aznar a Jordi PuyolPactos del Majestic (1996)- y a Javier Arzallus: «He conseguido más en 14 días con Aznar que en 13 años con Felipe González», y el incumplimiento de Rajoy de muchas de sus promesas electorales y el desperdicio de una mayoría absoluta nacional, autonómica y municipal, como ningún otro presidente anterior, con la que no abordó los problemas estructurales heredados de José Luis Rodríguez –despertador de las dos Españas de Machado que el gallego no quiso o se atrevió a derogar-, propiciando gran descontento, semilla de la aparición de formaciones extremas que complicaron el bipartidismo que, mal que bien, funciona en casi todo el mundo occidental, y rematado después con la pésima gestión de la “intervención” descafeinada ante el reto catalanista y su intento de golpe de Estado de Octubre/17. ¿Resultado?, percepción de debilidad, incremento del descontento y moción de censura por su empecinamiento en no dimitir -pienso que la dimisión, probablemente sólo hubiera supuesto atrasar el desenlace, porque con Soraya al frente del gobierno la ruptura del PP se habría incrementado y un mayor protagonismo de Vox, con la izquierda radical y los separatismos muy fuertes, no sé a qué hubiera llevado-.

Las “viejas glorias”, algunos muy buenos aunque no citaré a ninguno, seguramente tampoco hicieron lo que hubieran podido de haber tenido mayor perspectiva de Estado o mayor conocimiento de la idiosincrasia del pueblo español. Para no remontarme demasiado, me limitaré al descontento surgido tras la increíble segunda derrota de Rajoy, en 2008 -cuando todo el mundo conocía las malas artes de ZParo-, que continuó con su “abducción” mejicana y el amago de rebelión en Elche -Abril 2008- de muchos de esos en teoría buenos subordinados que ante la invitación del líder: «si alguien se quiere ir al partido liberal o al conservador, que se vaya», acabo en repliegue, también sin entrar en detalles, porque fuera hace mucho frío y todos prefirieron seguir en sus buenos puestos o chiringuitos sin contenido pero bien remunerados. Vino después la derrota del vallisoletano-leonés, la mayoría absoluta citada del gallego y los primeros movimientos de descontento y cabreo de cientos de miles de votantes del PP, que hizo que algunos de sus más conocidos valores empezaran con críticas a la gestión que se tradujeron en la formación de un nuevo partido, Vox, en 2014, o la creación de una Plataforma “transversal” desde el escaño, ambos por miembros que salieron del partido cinco minutos antes de que se supiera que el partido ya no contaba con ellos, como pasó con otros muchos, también críticos, que se pasaron a Vox tras su “casual” renacer antes comentado. Sé que generalizar no es recomendable, pero quiero que se me entienda lo que quiero decir. He tenido ocasión de conocer a muchos de esos “disidentes” y de escucharlos en los últimos años, ya fuera de su vida política activa pero bien aposentados en la estela que les dejó sus muchos años en puestos privilegiados, sin duda por sus méritos, muy superiores a los de la mayoría de políticos actuales. Todos encantados de haberse conocido y henchidos de gozo por los aplausos a sus repetitivos discursos sobre la mala situación de España desde unos magníficos razonamientos de sus causas -a las que no fueron precisamente ajenos, digo yo- y que preguntados en privado ¿por qué no hicieron algo más cuando estaban en activo?, en el mejor de los casos, de obtener respuesta, era un “desde dentro no se podía hacer nada”, o sea, en román paladino, “si quiero seguir en el privilegio, hay que tragar”. Algo entendible en gentecilla mediocre, sin oficio ni beneficio, instalada en política, pero -en mi opinión- no en personas de alto nivel, altos funcionarios del Grupo A de la Administración -casi intocables por razón de serlo-, Catedráticos, Titulados Superiores… es decir, personas con puesto de trabajo asegurado o de fácil incorporación al mercado y que si tenían verdadera vocación política tendrían que haber dado el paso, entonces o en las ocasiones posteriores que se propiciaron, para decir “ahí te quedas, José Mary o Mariano, que yo voy por otro camino ya que no respetas los principios y valores que se suponían en el PP”, por ejemplo, pero no, los que se fueron es porque ya estaban “idos” o iban a serlo en breve. Por eso digo que no deben aparecer salvo honrosas excepciones que se fueron “motu proprio”, como Manuel Pizarro, acertadamente recuperado por Casado tras el ninguneo de Rajoy, por citar alguno de los que asesoran a la cúpula del PP -hay más de acreditada trayectoria profesional o política, también recuperados como asesores-.

En fin, espero que se me haya entendido lo que he tratado de explicar en estas líneas: Contactos, en todo caso para algo concreto, y preferiblemente discretos, por teléfono o aprovechando las posibilidades de las nuevas tecnologías: videoconferencia, Skype, Zoom o cualquiera de ellas, pero fotos en público, salvo por coincidencia en algún acto, las menos posibles.

¡Ah! y como muestra de lo que decía antes sobre esos cuestionados principios del PP, motivo en parte de la huida del voto a Vox, una noticia de última hora: ¿cómo puede el grupo parlamentario del PP andaluz abstenerse en la PNL de Adelante Andalucía (Podemos) para realizar actividades en los centros educativos para “conmemorar” el día del Orgullo LGTBI? Que, por cierto, ha salido adelante con el apoyo de PSOE-A y Ciudadanos, de nuevo en su orilla socialdemócrata? “La mujer del César no sólo debe ser honrada, sino parecerlo”.

Antonio de la Torre, licenciado en Geología, técnico y directivo de empresa. Analista de opinión

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