Es curioso cómo maltratar e intimidar hoy en día a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, es gratuito en este país.
Equiparar lo que sucede en EEUU, los llamados disturbios raciales, con lo que sucede aquí en España, es un sin sentido. Cómo se puede acusar a la Policía o a la Guardia Civil de racismo y violencia cuando habría que ver a cuántos de nuestros policías se les ha acusado formalmente de alguno de estos cargos.
Racismo que uno sepa, es no querer a los propios españoles por considerarlos inferiores, léase Sabino Arana, ayer o Quim Torra, hoy; violencia son los asesinatos de personas por parte de la banda terrorista ETA, cientos de heridos y víctimas.
Sacar a la palestra la muerte en este país de un senegalés de hace años y armar tanto jaleo recuerda al escándalo (también hace años, 2014), totalmente desproporcionado, cuando moría el perro por Ébola y la culpa, claro está, era del Gobierno de Rajoy y se pidió su dimisión tras el correspondiente incendio mediático y una avalancha de improperios contra el Gobierno del PP llegando a llamar «asesino» a Rajoy en alguna de las manifestaciones organizadas por los partidos de la izquierda.
Dejémonos de hipocresías, señoras y señores, y trabajemos por este país, no por otros antes que por el nuestro. Así sea.
Pie de foto: Unas doscientas personas, convocadas por el colectivo Comunidad de Senegal, se han manifestado en Pamplona por el fallecimiento en octubre de 2016 de un hombre de nacionalidad senegalesa en dependencias de la Policía Nacional.
