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El Eurogrupo ha alcanzado un acuerdo de mínimos para desbloquear más de medio billón de de euros en la lucha contra el coronavirus
Los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona (Eurogrupo) han alcanzado este jueves un acuerdo para movilizar 540.000 millones de euros en préstamos y poner en marcha a medio plazo un fondo financiero que relance la economía una vez superada la emergencia sanitaria por el COVID-19, pero han rechazado la posibilidad de mutualizar la deuda europea y los riesgos de todos los países bajo el paraguas de la Unión Europea (UE) que reclamaban España, Francia o Italia, con los denominado «coronabonos».
En concreto, el fondo europeo de rescates (MEDE) dará hasta 240.000 millones en líneas de crédito a los Estados miembros, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) movilizará 200.000 millones en préstamos para empresas y el fondo contra el desempleo propuesto por la Comisión Europea pondrá a disposición de los gobiernos europeos otros 100.000 millones.
El Eurogrupo trataba de lograr un acuerdo sobre la respuesta económica al COVID-19 que aún no se había cerrado por las diferencias sobre el uso del fondo de rescate y la posible emisión de deuda mutualizada para financiar la recuperación.
De momento, el Eurogrupo ya había acordado activar la cláusula de salvaguarda, que permite a los países miembros incrementar el gasto e incumplir sus objetivos de déficit. La finalidad es dotar a los países de la máxima flexibilidad para apoyar al sistema sanitario y la recuperación económica.
El presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, ha asegurado en una rueda de prensa que informará a los líderes de la UE de que «algunos países» quieren financiar este fondo a través de eurobonos o coronabonos, mientras que otro grupo (Alemania, Países Bajos, Finlandia y Austria, principalmente) se opone.
En su intervención en el Congreso para pedir la prórroga del estado de alarma, Sánchez ha señalado que hay que ser «exigentes» ante la UE y ha vuelto a defender los bonos europeos ante una emergencia «global y europea».
También ha advertido de que «la austeridad no es el camino» para atajar esta crisis.