Pool Moncloa/Borja Puig de la Bellacasa
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Sánchez, tras una semana del estado de alarma y encierro en casa, ha salido en una rueda de prensa para limitarse a constatar que lo peor está por llegar, asegurar que viene «la ola más dura» del coronavirus y que siga el confinamiento
Durante su comparecencia en televisión y redes sociales, se pudo oír una estruendosa cacerolada en el silencio de la noche como protesta contra la nefasta gestión de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para frenar la epidemia de coronavirus.
Cuando se cumple una semana del estado de alarma por el coronavirus, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde la Moncloa en una larga de comparecencia de 35 minutos, ha defendido su «actuación» y gestión ante esta crisis asegurando que «siempre» ha cumplido con la estrategia de la OMS. «Es de las más duras y estrictas del mundo», ha dicho, y «el impacto de la ola más dura y dañina está por llegar»,
En un discurso, de nuevo dividido en fases dirigidas a los «sentimientos». a la unidad, a los agradecimientos y a la esperanza de que «todo pasará pronto».
Sánchez alertaba de «el riesgo está en todas partes, hemos logrado que no sea uniforme en todo el territorio español», ha mantenido. «Para ganar tiempo al sistema sanitario hay que evitar que miles de enfermos lleguen a los hospitales».
De nuevo con retraso, veinte minutos y en hora prime time, Sánchez ha detallado en su comparecencia, entre otros detalles, la «bajada en el consumo de queroseno por los aviones».
Tras legitimar entre prolongadas pausas y suspiros «su actuación» El presidente del Ejecutivo ha añadido que «lamentablemente, los casos diagnosticados y los fallecidos van a aumentar en los próximos días». El presidente del Ejecutivo se limitó a constatar que «lo peor está por llegar» y que «quedan días muy duros» que «pondrná en cuestión nuestro temple».
El presidente ha reconocido que «las cifras que llegan son muy malas para España, en el epicentro mundial de la crisis, solo por detrás de Italia».
Ante las críticas de falta de material sanitario de todo tipo para hacer frente al coronovirus y para los sanitarios, de la mala gestión y de la negligencia por haber alentado y permitido la manifestación feminista del 8M, Sánchez ha expuesto que el Ejecutivo lleva «dos meses comprando y que se ha repartido, se está repartiendo y se repartirá a las regiones».
«Estamos buscando mascarillas homologadas, respiradores y cualquier material que necesite el personal sanitario», ha defendido. Momento en el que ha pedido «unidad» y ha reclamado que no haya críticas. «Ya haremos esa imprescindible reflexión con la victoria», ha dicho.
Informó también han creado una Comisión de científicos COVID-19 una semana después de la declaración del estado de alarma.
«Los españoles están cumpliendo». Y lo que quiso decir el presidente es que el Gobierno, también. «Asumo toda la responsabilidad, faltaría más, en enero, febrero y marzo…», manifestó en la última pregunta de una rueda de prensa que concluyó, sin responder a prácticamente ninguna pregunta, que «exijo el mayor nivel de compromiso y de horas a mi equipo. Nosotros no estamos descansando. Los españoles tendrán que evaluar qué hemos hecho para defender nuestra salud pública», concluyó.
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