El “euskera” parece que para algunos debe ser lo que cura todos los males.
La dedicación que le tributan algunos gobiernos raya el esperpento. Con datos que nos muestran lo minoritario que es, en este caso, el Gobierno de la socialista/nacionalista Chivite pretende hacer ver que su uso es mayoritario, tanto en lo cotidiano, como en la administración.
Saben que mienten, que juegan en falso. No les importa, el caso es meter el “euskera” hasta en la sopa. Para ello gastan y gastan millones y millones de euros del presupuesto de Navarra, de todos los navarros (7,3 millones).
Ahora con un segundo Plan del “euskera” de continuidad al del Gobierno de Barkos. ¿Para qué? Para que su uso sea rechazado por una gran parte de la población navarra. La imposición no es lo mejor. En esta tierra menos.
Pero ellos, dale que dale.