Antonio de la Torre
Se han cumplido estos días dos importantes aniversarios de muy distinto signo aunque los dos de merecido recuerdo.
Por un lado, el lunes 27 se conmemoraban los setenta y cinco años de la liberación del Campo de Concentración de Auschwitz, expresión del totalitarismo nacionalsocialista de la Alemania de Adolf Hitler que llevó a Europa a vivir uno de los peores episodios de la Historia. Una ideología que a nuestros socialistas les gusta más abreviar como “nazi”, para que cuele mejor en la desinformada masa borreguil que ellos cultivan con esmero y así venderla como “fascismo de la ultraderecha”, que para ellos tiene la exclusiva totalitaria, olvidándose de los más de cien millones de muertos con los que cuenta en su “haber” el comunismo -socialismo extremo, al fin y al cabo- a lo largo y ancho del planeta, Rusia, China, Cuba, Nicaragua o Venezuela por citar algunos. Precisamente en el frontispicio de una de las naves se recuerda la conocida frase del filósofo español Jorge Ruíz de Santayana: “El pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla”, que alguna vez he utilizado y que tan poco efecto hace en el desmemoriado pueblo español. Y en esas estamos otra vez.
Por otro, el martes 28, la conmemoración era para el Centenario de la Legión Española que nos ha venido recordando desde hace meses en su Blog el General Rafael Dávila, protagonista de parte de su ya larga vida. Como recogía este martes, el Rey Alfonso XIII, a propuesta del entonces Ministro de la Guerra, José Villalba, firmaba ese día de 1920 el REAL DECRETO de Creación del Tercio de Extranjeros, que iba a ser nuestra legendaria y heroica Legión Española y que, en su Artículo único, decía así: “Con la denominación de Tercio de Extranjeros se creará una Unidad Militar Armada, cuyos efectivos, haberes y reglamento por los que ha de regirse serán fijados por el Ministro de la Guerra. Dado en Palacio a veintiocho de enero de 1920.- ALFONSO”. No puedo por menos que, complementando parte de lo que, en su citado Blog, recogía hace unos días mi querido General, recordar muy brevemente a los tres primeros Jefes de lo que él llama “Primer capítulo” de nuestra Legión: José Millán Astray (1920-22), herido en cuatro ocasiones en Marruecos y por ello puesto al frente del Cuerpo de Mutilados de Guerra y del que seguramente muchos conocerán la circunstancia de fundador de la Legión, pero no tantos que también lo fue de Radio Nacional de España en Enero de 1937 -un “apellido” que ya veremos lo que dura por lo de Nacional- así como procurador de las Cortes de Franco durante once años (1943-54). El segundo jefe fue el Teniente Coronel Rafael Valenzuela y Urzaiz, entre 1922 y 1923, muerto en Junio de ese año durante la Guerra del Rif en la toma de Peña Tahuarda. El tercero y sin duda el más conocido de todos, fue el entonces recién ascendido a Teniente Coronel, Francisco Franco Bahamonde, que sucedió al anterior tras su muerte, ascendido en pocos meses a Coronel y, en menos de tres años -3 de Febrero de 1926-y también por méritos de guerra, a General de Brigada, siendo el más joven de Europa en alcanzar ese rango militar. Ya como general volvió a Madrid para hacerse cargo de la Primera Brigada de la Primera División de Madrid y el 4 de Enero de 1928 fue nombrado primer Director de la Academia Militar de Zaragoza.
Junto a estos dos importantes aniversarios también se han cumplido las primeras tres semanas -esto sí, muy triste- del más mentiroso presidente del gobierno de nuestro ya no tan reciente periodo democrático que llegó cabalgando en la mentira con su justificación para la moción de censura, que ganó apoyado por lo peor del repartido arco parlamentario “para la convocatoria de unas nuevas elecciones generales que den a España la estabilidad que necesita”, y aguantó lo imposible una vez saboreada la púrpura del poder hasta verse abocado a la prometida convocatoria casi un año después. Sirvió para poco y tras dos nuevas investiduras fallidas nos llevó de nuevo a las urnas para empeorar su equilibrio inestable y volverse a poner en manos de los mismos que, esta vez, no desaprovecharon la oportunidad de reeditar, ochenta y cuatro años después, un nuevo frente popular que ya vimos a lo que llevó a los españoles en 1936, una guerra civil que fue precisamente ganada por aquel tercer Jefe de la Legión Española. Volvió a mentir el doctor Plagio cum Fraude con la “urgencia” de la nueva sesión de investidura que le permitiera continuar con su disfrute del Falcon y demás prebendas con más “legitimidad”. Tardó una semana en nombrar su segundo gobierno que en quince días ha dejado constancia de que, además de nepotista, es un ejecutivo “bífido” -condición característica de la lengua de los reptiles- a la rusa, uno dentro de otro, cual muñeca matrioshka.
Excede del alcance de este artículo -en esta nueva etapa me he propuesto ser más breve- siquiera la enumeración de los despropósitos ya iniciados. Hemos visto cómo el número dos de la ministra podemita de Trabajo, Yolanda Díaz, un tal Joaquín Pérez Rey -¿por qué sus apellidos les juegan tan malas pasadas a estos comunistas bolivarianos (Iglesias, Monedero…)?- calificaba a los empresarios como “una apisonadora de derechos”; decir a su ministra de Educación -me cuesta ponerlo con mayúscula- que “los niños no pertenecen a los padres” o a su ahora pluriministro, el “maestro Ciruela” José Luis Ábalos, protagonizar un turbio affaire con la vicepresideNTE -¿se enterará Carmen Calvo?- venezolana en el aeropuerto de Barajas. Por cierto que hemos sabido por cierta prensa -“facha” por supuesto- que el posible merecedor del primer “óscar al guión mutante”, lleva al menos cinco versiones de su fantasmagórico y “flotante” encuentro -sin “pisar suelo español”– con el que prestó “un gran servicio a este país” -si dice España, enferma-, es también plurimarido y multipadre. Otro gran “gestor económico” -a lo José Bono- que, desde un modesto sueldo de profesional de la política, declara un buen patrimonio inmobiliario, claro que se dice que va colocando a sus ex en ONG’s y de asesoras, que seguramente aliviaran su carga de pensiones de separación y alimentos.
Y termino con el mentiroso, que sigue firme en su voluntad de reunirse con Quim Torra pese a estar inhabilitado por el TSJ de Cataluña, resuelto por la Junta Electoral Central, ratificado por el Tribunal Supremo y desposeído de su acta de diputado -que le imposibilita como presidente “molt miserable” de la Generalidad, de acuerdo con el propio Estatuto catalán- por el miedoso “Rogelio” Torrent -“escolta tu, que la Carme Forcadell està a presó”-. Y para mayor humillación lo hace en Barcelona, algo que ya “vistió” cuando anunció que se reuniría “con los presidentes autonómicos en sus sedes”, que sólo era la forma de camuflar la reunión con el golpista en Barcelona -su gurú Redondo debió pensar que se nos pasaría inadvertida la jugada-. La indignidad de Mr. Falconeti -trilero de la política- alcanza niveles surrealistas. La penúltima, el nombramiento de su “negra” y destacada “pelotera”, Irene Lozano, como presideNTE del Consejo Superior de Deportes después de su destacada participación en la especialidad “metamorfosis en tecnicolor y trepa sin cuerda”. Hoy más, seguro.
Sobre la brújula de las “tres derechas” y sus rumbos -es un decir- quizá trate en el próximo.
Antonio de la Torre, licenciado en Geología, técnico y directivo de empresa. Analista de opinión
