Trapero en el segundo juicio del proceso separatista ha tachado de «barbaridades» algunas de las resoluciones del Parlamento catalán previas al referendum ilegal del 1-O
El mayor de los Mozos de Escuadra Josep Lluís Trapero ha defendido este lunes en el juicio contra el «proceso» en Cataluña en la Audiencia Nacional (AN) la actuación de los Mozos de Escuadra para impedir el referéndum ilegal de autodeterminación del 1 de octubre de 2017 (1-O).
“Hicimos todo lo que pudimos, de oficio o porque nos lo ordenaron”, ha señalado.
Sin embargo, mientras ha calificado de “barbaridad” las sucesivas decisiones del Gobierno y del Parlamento catalanes en el «proceso» de ruptura unilateral con España, aseguraba que “era difícil de prever” que la gente “defendiese las urnas de esa manera”.
Ha mantenido la declaración que realizó como testigo en el Tribunal Supremo dando cuenta hoy en la AN de que en la reunión, que el 28 de septiembre de 2017 la cúpula de los Mozos mantuvo con Puigdemont, era para advertirle de los riesgos que el 1-O podría acarrear para el orden público en Cataluña.
También «les dijimos que no se equivocasen con nosotros, que no íbamos a tolerar ninguna ruptura de la legalidad y de la Constitución”, ha añadido. Y ha negado que Jordi Sànchez, entonces presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), le impusiera condiciones para facilitar la salida de la comisión judicial de la consejera de Economía el 20-S, día en el que se estaban produciendo concentraciones y registros de la Guardia Civil.
El fiscal Miguel Ángel Carballo ha pedido a Trapero explicaciones sobre el dispositivo que los Mozos diseñaron para impedir el 1-O y a los motivos por los que permitieron la ocupación de las numerosas escuelas que iban a acoger las urnas del referéndum ilegal. «No entendimos que eran actividades preparatorias del referéndum», ha contestado el exjefe.
Ante lo cual Trapero se ha limitado a argumentar que los Mozos entendieron que la orden judicial de precintar las escuelas no «facultaba» a la policía catalana.