No debería extrañar a nadie que los ciudadanos de este país, hartos del espectáculo del Congreso de los Diputados y hartos de un señor llamado Pedro Sánchez, se manifiesten.
Unas manifestaciones que muestran el enfado ante las mentiras de un señor, de un partido, el PSOE, que se ha vendido a los enemigos de España, para seguir en el sillón.
Un sillón que va a salir muy caro si nadie lo remedia. Porque lo que va a verse en estos próximos días si Sánchez es presidente, nos va a helar la sangre.
Una mesa de negociación en 15 días con quienes sólo quieren destruir, no construir, un estado frente a otro. Sorprendente e indignante.
Hoy el cinismo de un partido, el PSOE, ha batido records. Triste ver a un candidato mendigar el voto. Ver a un candidato arrastrarse ante sus enemigos para seguir haciendo como que manda. Ver a un candidato olvidarse de los problemas de sus ciudadanos y sólo pensar en solucionar los suyos.
Un candidato así no se merece este país, ni merece este país.