Lejos de sensacionalismos, la crisis climática exige objetividad informativa. EFE/Jonas Walzberg/Archivo
Otro aspecto clave reside en divulgar con claridad toda la investigación científica, tanto de universidades y centros de investigación españoles como extranjeros, en torno a los últimos avances en cambio climático: proyectos científicos, descubrimientos y resultados obtenidos, informes y metodologías de evaluación entre otros
Más allá de noticias catastrofistas y sensacionalistas ante una crisis climática qué exige medidas contundentes por su alarmante impacto, el compromiso con la divulgación objetiva y veraz debe ser uno de los retos que asuman los periodistas implicados en la Cumbre del Clima (COP25).
Una parte importante en la lucha contra el cambio climático reside en cómo se cuente, ha señalado en una entrevista con Efe, José Antonio Corraliza, Catedrático de Psicología Ambiental de la Universidad Autónoma de Madrid, quien ha apostado por dejar de lado las informaciones apocalípticas, en pos de una información rigurosa y contrastada.
El experto ha argumentado que los escenarios diseñados sobre el impacto del cambio climático no son «nada halagüeños» y ha aludido a la responsabilidad de los periodistas para alertar a la sociedad sobre los mismos, porque el «uso y abuso» de informaciones de tono «amenazante», suelen tener efectos psicológicos contradictorios.
Para el catedrático, una información con tintes catastrofistas sería interesante si con ella se consiguiera un aumento de la preocupación social, una mayor implicación económica, social y política de la sociedad en temas ambientales, y una mayor concienciación para modificar nuestro estilo de vida.
«La información alarmista, por sí sola, no garantiza el logro de esos efectos, incluso podría generar saturación y eco-fatiga», ha explicado Corraliza, para quien es determinante contar el cambio climático con la firme intención de «convertir el desasosiego ambiental» en una fuente positiva enfocada a la lucha climática.
Para no ser «tremendistas informativos» es aconsejable, además de necesario, reconocer de primera mano los problemas y poner a punto las posibles soluciones, ha advertido el experto.
A su juicio, las estrategias de acción que la ciudadanía puede adoptar son la «mejor vacuna para combatir la sensación de indefensión, «el estadio previo a la angustia», además de servir como ayuda a que la sociedad colabore activamente en combatir la urgencia climática.
José Antonio Corraliza ha querido resaltar la información estratégica desarrollada los últimos meses en torno a la contaminación generada por los plásticos y en la que se han aplicado medidas políticas y sociales para su uso y/o abuso.
La Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), autora de un decálogo para la información climática, ha incidido en que los medios se centran más en las consecuencias, lo que conlleva a un carácter pesimista de las noticias, y califica de «enriquecedor» abordar en una noticia, y en similar proporción, las causas y las soluciones ante una crisis de emergencia climática.
Asimismo, recomienda enfocar el problema desde el punto de vista de la justicia climática, favoreciendo el debate desde una perspectiva ética sobre los impactos del cambio climático en la salud, la economía, el acceso al agua, la seguridad alimentaria y los flujos migratorios.
Otro aspecto clave reside en divulgar con claridad toda la investigación científica, tanto de universidades y centros de investigación españoles como extranjeros, en torno a los últimos avances en cambio climático: proyectos científicos, descubrimientos y resultados obtenidos, informes y metodologías de evaluación entre otros.
Desde Ecodes han abogado por conectar «cambio climático y realidades cercanas en el espacio y tiempo», como herramienta de suma importancia para demostrar que la urgencia climática es ya una realidad.
Por tanto, es necesario personalizar estos relatos con historias de vida reales vinculados a acciones individuales, locales y cotidianas desde una visión positiva, como los beneficios de la reducción de emisiones en actos cotidianos como la cesta de la compra o en el uso de transporte sostenible. EFE
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