La Ley electoral en las Elecciones Generales o Nacionales otorga demasiada importancia a aquellos partidos políticos que sólo se presentan en una Comunidad Autónoma, de tal forma, que partidos independentistas, nacionalistas o regionalistas, que «odian» a España, obtienen representantes en el Congreso español con un número de votos infinitamente menor al que obtendrían si se presentaran en todas o en la mayoría de las circunscripciones electorales.
Visto lo visto, este hecho está causando un grave perjuicio para la configuración de gobierno en España, ya que depende de ellos, del independentismo fundamentalmente, la formación de Gobierno.
Esta dañina influencia del independentismo provoca inestabilidad política en un país que se encuentra en el «filo de la navaja» a nivel económico, social y político.
También influye, para mal, la existencia de muchos partidos en el Congreso de los Diputados, propiciada por la ya citada ley electoral. No ocurre así en el Senado donde el bipartidismo resiste.
Tanto partido bloquea la acción de Gobierno. Los ciudadanos como siempre los paganos.