Resulta chocante que los llamados progresistas, por lo visto sólo de nombre, se llenen la boca pidiendo una gran acogida a los inmigrantes y, cuando estos llegan, no sepan como atenderlos.
Es el caso del gobierno de la progresista-socialista-nacionalista de María Chivite, del que se acaba de descubrir que no dispone de ningún protocolo de acogida de los inmigrantes llamados MENAS, esos jóvenes, niños incluso, que se encuentran solos, sin padre y sin madre.
Acoger por acoger no debería ser la política correcta. Acoger para luego abandonar a su suerte, sólo provoca desamparo, y el desamparo, acaba provocando «el buscarse la vida» y con ello delincuencia.
Una parte importante de los MENAS presentes en este país, presentes, por ello, en Navarra, se encuentran desamparados.
La delincuencia no debería ser la salida habitual de los MENAS.
Surge la pregunta, ¿Merece la pena acogerlos para luego abandonarlos a su suerte?
¡Qué gran hipocresía!