Hace ya algunos años, un comercial de una empresa editorial de libros de texto, hacía el siguiente comentario, «sabemos que incumplimos la ley, pero sino no nos compran, el negocio es el negocio».
Venía dicho comentario a cuento, ante la queja de porqué introducían un mapa de «Euskalherria» cuando se tenía que hablar sólo y exclusivamente de Navarra.
Años se llevan, por tanto, en los que la realidad navarra se doblega ante los deseos del nacionalismo vasco y es tergiversa.
Una realidad que se tapa en muchos libros de texto de diferentes editoriales y que, apenas, nunca nadie ha hecho algo por impedirlo.
Una, dos generaciones, incluso más, han crecido con una falsa realidad, la de la existencia de un ente llamado «Euskalherria» y que desde la más tierna infancia se ha hecho aprender, cuál lavado de cerebro.
Que ahora se haga un intento por cambiar esa realidad, no parece malo, pero hace surgir la pregunta, ¿Por qué no se ha hecho antes, mucho antes, cuando gobernaban otros? ¿Por dejadez? Seguro que no.