La presidenta de Navarra, la socialista/nacionalista vasca María Chivite, vuelve a estar del lado de los que quieren que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, en especial la Guardia Civil, desaparezcan de Navarra.
Con sus declaraciones, tras haber recibido hoy al Jefe de la Policía Foral de Navarra, así lo atestiguan.
Quiere que el Tráfico deje de estar regulado por la Guardia Civil; agradece sólo a la Policía Foral su labor en el control de la cumbre del G7 -también estuvo la guardia civil-; no pone pegas a la celebración del «ospa eguna» en Alsasua; habla de la Ley de Policías que propuso el anterior gobierno navarro, el de la nacionalista vasca Barcos, hoy integrante del que preside; apoya al Senador Autonómico propuesto por Geroa Bai en detrimento del de I-E, acordado en el programa de Gobierno entre nacionalistas e izquierda.
Un cúmulo de despropósitos, eso sí, calculados para contentar a sus socios de Gobierno, en mayor o menor medida.
La señora Chivite depende de sus socios y «el trágala» tiene que ser grande, muy grande, o no tanto. Porque… ¿será verdad eso o el PSN también está de acuerdo en lo que le ordenan sus socios de gobierno?