Por un año se ha cumplido la legalidad en la fachada del Ayuntamiento de Pamplona.
La «ikurriña», símbolo del nacionalismo vasco, no ha sido ondeada en el Ayuntamiento pamplonés en el Chupinazo de San Fermín 2019 y sólo las banderas oficiales, española, navarra, de pamplona y europea, se han mantenido en el balcón consistorial.
Indignante la actitud de los concejales nacionalistas de Geroa Bai (y Bildu), amenazando y agrediendo a quienes, en un intento de cumplir la legalidad, les han impedido sacar a una de las ventanas la «ikurriña».
EL PSN debería aprender de lo sucedido. Geroa Bai, uno de sus pretendidos socios con los que ha firmado el preacuerdo de Gobierno para Navarra, ha mostrado su cara más violenta y su objetivo final, la «ikurriña» y lo «identitario» vasco, tan criticado por los socialistas, «hasta en la sopa».
¿Será posible? Ver para creer, después de San Fermín.