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El sindicato CSIF Navarra ha recibido quejas de afiliados y opositores que ven con mucha preocupación la dinámica en la que está inmersa la convocatoria de docentes, tras una legislatura plagada de malas prácticas en el Departamento.
«Después de las quejas por la ausencia de información, ya que a diez días de los exámenes no se conocían las fechas y horas de los mismos, se filtraron por las redes sociales unas fechas y horarios que a la postre han resultado ser verídicos, con 28 exámenes que se han repartido entre el 22 y el 28 de junio.
Si en los medios aparecían ayer titulares de falta de información con el consiguiente estrés añadido para los opositores, la filtración ha terminado por dar la puntilla a los sufridos aspirantes a una plaza de docente, dejando al descubierto otra vez más, que en el Departamento de Educación, más que pensar que algo no funciona, lo más razonable es pensar que nada funciona como debería.
La desconfianza, ganada a pulso, es tal, que la apreciación de muchos es que si se han filtrado los horarios, podrían filtrarse partes bastante más importantes de la convocatoria.
Por otra parte, los horarios favorecen de varias formas a los aspirantes euskaldunes. Por una parte, la realización de exámenes en fechas distintas no solo les permite presentarse a las dos convocatorias, sino que al realizar en la mayor parte de los casos los exámenes de la misma materia en euskera antes que los de castellano, los presentados a los primeros pueden contar con la ventaja de conocimiento de un examen similar para la misma convocatoria.
Si partimos de que los que se presentan solo a las pruebas de castellano, son más y no se pueden presentar a las de euskera porque lo desconocen, ahora además, deben soportar un nuevo hándicap, ya que la ventaja para unos es desventaja para otros.
El Departamento debería haber procurado que las fechas de las especialidades de castellano no dieran lugar al temido «efecto llamada» porque si bien es verdad que los aspirantes de castellano podrán presentarse en otras Comunidades Autónomas, salvo donde se exige el euskera u otros, también deberán competir en Navarra con muchos más aspirantes.
Por último, lo que procede en este caso es una investigación en el Departamento de Educación para esclarecer la responsabilidad de la filtración, para evitar males mayores y para asegurar la igualdad de oportunidades en el proceso selectivo.»
