El caradura es aquel que no tiene complejos para conseguir lo que quiere sin ningún tipo de remordimiento.
Hay que tener mucha caradura para hablar de chantaje del contrario cuando tú lo estás haciendo igual. Es lo que la presidenta de Navarra en funciones, la nacionalista Ujué Barcos (Uxue Barkos), decía ayer, cuando hablaba del chantaje de UPN al gobierno de Sánchez a propósito de su investidura, obviando (o queriendo obviar) lo que su partido, el PNV, está haciendo (y viene haciendo) con el gobierno central, a cambio de apoyo y con Navarra como meta.
El.PNV y su marca en Navarra, Geroa Bai, intentan, por todos medios, que siga habiendo nacionalismo en el gobierno navarro, para así poder continuar con su política impositiva hacia todo lo que no sea vasco, o sea hacia lo navarro. Para lo cual, quieren contar con un aliado útil, el socialismo. Cuando las urnas han otorgado un descenso de 7 escaños al cuatripartito nacionalista, que ha gobernado en Navarra estos últimos 4 años con una ajustada mayoría absoluta de 26 escaños (ni uno más ni uno menos), y por ende han dado un aumento más que considerable a Navarra Suma (de 15 a 20) y PSN (de 7 a 11).
Un socialismo que, al parecer, solo quiere sillones y que, por ello, le da igual pactar con quien sea para conseguirlo.