Las elecciones forales celebradas ayer domingo pueden hacer caer del Gobierno navarro al nacionalismo vasco.
Los resultados han confirmado a la coalición Navarra Suma como la vencedora en estos comicios en el Parlamento de Navarra. Además, obtiene excelentes resultados en Pamplona, a un paso de la mayoría absoluta, en Tudela donde gana con rotundidad y en otras poblaciones, como por ejemplo en Estella, donde, además Bildu pierde la alcaldía -al igual que Pamplona-. Las cabezas de Merindad (Pamplona, Tudela, Estella, Sangüesa y Olite) se recuperan del cuatripartito (Bildu, Geroa Bai, Podmeos e I-E).
Los partidos que defienden a una Navarra sin gobiernos nacionalistas, tienen la oportunidad de conseguirlo. El ciudadano navarro así lo ha dictaminado.
Cuatro años más de nacionalistas vascos en el Gobierno de Navarra (no lo confundamos con progresistas) harían perder su identidad e inevitablemente Navarra desaparecería como comunidad diferenciada y sería absorbida por el gobierno vasco.
Como decía ayer el presidente Sánchez, los partidos políticos deben tener altura de miras. Navarra es una buena oportunidad para demostrarlo. El nacionalismo vasco no puede gobernar en Navarra.
El partido socialista tiene que tener altura de miras y evitar el nacionalismo vasco en Navarra.