Uno de los actos más conocidos para la difusión del «batúa» es el que las ikastolas organizan cada año y que es conocido como la «Korrika».
Dicho acto simula una carrera que recorre diferentes puntos de lo que el entorno radical vasco denomina Euskalherria o lo que, legalmente, son la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra.
No dejaría de ser un acto deportivo más si dicho evento no estuviera politizado.
Ikurriñas en Navarra, fotografías de presos de ETA, eslogan a su favor, han sido durante años el santo y seña de esta carrera. El adoctrinamiento es uno de sus proyectos. El «batúa»,como elemento de distinción nacionalista, es su santo y seña.
No deberían permitirse manifestaciones que atenten contra el honor y la libertad de los no nacionalistas. La «korrika» no debería ser un elemento de estrategia abertzale. Si lo es. Los gobiernos, vasco y navarro, deberían asumir sus responsabilidades. También el central.