Mª José Algarra Ustárroz.
En los últimos dos años hemos comprobado tristemente cómo el Gobierno de Navarra y, más en concreto, su Consejería de Salud, ha hecho y deshecho a su antojo sin importarle demasiado si sus decisiones y actuaciones encajaban o no en la normativa sanitaria vigente. Hemos asistido a una banalización de las mesas de trabajo y negociación en las que deberían acordarse todas las decisiones que afectan a la plantilla del Servicio Navarro de Salud, de la que forma parte, como es obvio para todos menos para el Sr. Consejero de Salud, el personal de Enfermería y Fisioterapia. Nos hemos acostumbrado a ver en prensa titulares grandilocuentes y notas de prensa con información superficial, cifras manipuladas o con ataques directos a la verdad, informaciones publicadas a modo de tapadera de los tejemanejes que se originan en los despachos para favorecer a aquella fuerza sindical, o para disfrazar esta otra decisión chapucera, o como cortina de humo para desviar la atención de una gestión fraudulenta…
Desde el Sindicato de Enfermería hemos denunciado en numerosas ocasiones la mediocridad y la poca altura de miras de esta Consejería de Salud y de sus distintas Direcciones. Como estamos viendo casi a diario en los medios, cada vez más son las organizaciones e instituciones que denuncian la deriva a la que se ha llevado a nuestra Sanidad, pasando de ser referentes a ser mediocres. Y, sin embargo, en vez de afrontar errores y malas decisiones, la respuesta es siempre la misma: una cifra, un porcentaje, una estadística de elaboración propia para rebatir inútilmente lo que para todos es ya una obviedad.
Ante tal panorama, nos preguntamos cuáles son los intereses y prioridades que tiene la Consejería de Salud -y el Gobierno de Navarra que lo permite- en su hoja de ruta para que, en vez de hacer las cosas bien en el tiempo que queda de legislatura, se empeña en tirar para adelante con proyectos que suponen un cambio drástico para profesionales y pacientes, como es el caso del nuevo SUC de Tafalla y el cierre de las urgencias nocturnas en Olite. No se entiende que se realice a las bravas, por el “artículo 33”, a toda prisa, sin la normativa que lo ampare, sin apoyo sindical y, ni siquiera, el municipal. Por qué se empeña el Sr. Consejero en correr, qué interés hay en comarcalizar las urgencias sin tener claro cómo se van a cubrir, cómo se va a amparar normativamente, cómo va a afectar a la población de una comarca con tanta población… ¿Por qué no esperar a que estemos todos de acuerdo? ¿Por qué enmarañar un proyecto que, a priori, era tan solicitado como el de la UVI móvil? ¿A quién beneficia realmente? ¿Es un precedente? ¿Va de la mano de la comarcalizacón del mapa local? ¿Por qué mienten en prensa con lo que se acordó en la Mesa de Transporte que, en ningún caso, fue el cierre del PAC de Olite? ¿Qué más se va a cerrar?
Como viene siendo costumbre, mañana se publicará una nota de prensa que justifique falazmente estas decisiones y nos quedaremos con las ganas de saber las verdaderas intenciones de este tipo de actuaciones que ya hemos visto y denunciado otras veces. Da igual, es una gestión cortoplacista, mediocre y, hasta corrupta, pues cuando no se aceptan las reglas del juego y se salta la normativa… no hay mejor palabra que lo defina.
Mª José Algarra Ustárroz, Secretaria Autonómica de SATSE Navarra
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