Iñigo Pérez en su encuentro frente al Elche. LFP
El centrocampista de Osasuna Íñigo Pérez ha considerado que el partido ante el Granada, líder de Segunda División, que se disputará este domingo en El Sadar, tiene «todos los alicientes» y ha reconocido que el conjunto ‘rojillo’ está «ansioso» por que llegue el encuentro.
Así lo ha indicado en una conferencia de prensa en la que ha señalado sobre este choque que «es una oportunidad de empatarle a puntos» al Granada y «dar otro pequeño salto» en la clasificación.
Pérez ha destacado la seguridad defensiva del Granada, que es el conjunto que menos goles ha encajado (15) y ha sostenido que esta faceta es «una de las señas y pilares» de los andaluces.
Al respecto, ha recordado que el actual entrenador del Granada y extécnico ‘rojillo’, Diego Martínez, consiguió que la pasada campaña Osasuna fuera «un equipo muy sólido» y este año «lo ha vuelto a trasladar» a su actual equipo.
«Intentaremos hincarles el diente como sea», ha declarado, para añadir que la diferencia de goles (en el partido de ida el Granada se impuso por 2-0) «no es un factor que tiene que obsesionarnos», si bien al final de la temporada «cobra importancia».
Igualmente, ha indicado que, independientemente de la trayectoria de Osasuna fuera de casa, a la hora de afrontar los partidos en El Sadar los jugadores se han «enchufado».
«Hemos percibido desde el inicio esa conexión con la grada, con la gente, esa ilusión que hay este año», ha subrayado Pérez, quien ha aseverado que el equipo se siente «abrazado» por la afición, algo que ha valorado como «muy positivo».
Además, ha recordado que Osasuna viene de ganar al Almería, «un gran equipo como local», y que, por tanto, en este momento el equipo está «pleno de confianza» tras completar un buen partido y no encajar ningún gol.
Pérez se ha referido a las siete victorias consecutivas logradas en El Sadar y, al respecto, ha indicado: «Me gusta el modo en que se consiguen, ha habido ese contagio y energía entre afición y jugadores que debemos seguir potenciando».
En cualquier caso, ha considerado «un error caer en histrionismos, en exageraciones que al final son falsas» y, en su lugar, ha apostado por «quitar hierro» y por «obviar el resto de partículas que van pululando por el aire».
Según ha expresado, Osasuna «no puede cambiar la esencia» de su juego porque el equipo es «fiel a un estilo, a una forma de jugar y de hacer las cosas, que ha casado muy bien con la gente, y creo que culturalmente es lo que aquí se ha vivido siempre».
Tras recalcar que la estrategia es «un factor diferencial» en Segunda División, ha valorado que en el vestuario se trate de «elevar el listón individual» y que haya «humildad». EFE
