La Policía ha accedido esta mañana al interior del Palacio de Rozalejo. EFE/Villar López
Los «okupas» desalojados por tercera vez del Palacio del Marqués de Rozalejo ha rechazado las razones de seguridad que aduce el Gobierno foral, ha criticado los métodos «represivos» usados, ha asegurado que continuarán en su empeño y ha ironizado con el papel de los políticos en su proyecto
En una rueda de prensa celebrada en la calle, ante un fuerte dispositivo policial que vigilaba al grupo y le impedía acceder al Palacio ayer desalojado, dos portavoces del colectivo, acompañadas por un centenar de jóvenes que apoyan la causa, han lamentado el tercer desalojo del edificio y los incidentes de esta mañana durante las protestas.
En ellas, con varias cargas policiales en las que han intervenido la Policía foral y la Policía Nacional, han asegurado que se han producido «diversos heridos y una persona detenida», un extremo que han confirmado a Efe desde el Gobierno de Navarra.
En su comparecencia las dos jóvenes han sido muy críticas con el Gobierno de Navarra, propietario del edificio, que «ha optado por la vía represiva para dar cauce a las demandas de espacios autogestionados, militarizando de nuevo el Casco Viejo».
«Estamos más que hartas que en nombre del cambio se nos apalee. Estamos más que hartas de que las justas reivindicaciones del barrio del Casco Viejo sean reprimidas a golpes de porra. Estamos hartísimas de tener que aguantar, día sí y día también, el cinismo con el que la clase política descansa en sus poltronas parlamentarias mientras la juventud nos hundimos en la misera de la precariedad y la explotación», han advertido.
Por ello, y tras considerar que el Gobierno ha «cruzado todas las lineas rojas», ha asegurado que les tendrá «en frente» y que «más temprano que tarde este barrio conseguirá un gaztetxe».
En cualquier caso, han rechazado la «burda excusa» aducida por el Gobierno foral para su desalojo, la de la seguridad y el precario estado del edificio, han dicho para asegurar que el colectivo cuenta con su propio informe técnico «favorable» y que ellos son «las principales interesadas en mantener y preservar este espacio de carácter colectivo».
Por ello, también han criticado los métodos utilizados por el Gobierno de Navarra para evaluar el estado del edificio, para lo que «han levantado y destrozado los suelos con ensañamiento en lugar de realizar catas».
A su juicio esto confirma que el objetivo del Ejecutivo foral era «desalojarnos y destruir físicamente el edificio con la intención de imposibilitar el desarrollo del proyecto» del gaztetxe. EFE
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