Foto de archivo de unas manos sobre un teclado de ordenador. EFE
La Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha recibido en los últimos meses más de 700 reclamaciones y consultas relacionadas con paquetes comerciales que aúnan servicios de telefonía e internet y ha aconsejado verificar las condiciones ofertadas a la hora de contratar y también al solicitar la baja.
Buena parte de los problemas, explica Irache en un comunicado, surgen cuando el consumidor quiere pasar solo alguno de los servicios incluidos en el paquete a otra compañía y desea que le rebajen el precio del servicio que mantiene.
Sin embargo, la compañía niega la solicitud, ya que solo puede dar de baja todo el paquete combinado, con todos los servicios que incluye, una opción que no es la deseada por el consumidor.
Además, agrega la asociación, aunque el consumidor esté dispuesto a cancelar el paquete combinado con todos sus productos, «la mayor parte de las veces esto no le saldrá gratis, especialmente si no ha pasado mucho tiempo desde que adquirió el paquete combinado», ya que la inmensa mayoría de este tipo de ofertas cuenta con una cláusula de permanencia.
Estas penalizaciones suelen ser elevadas, de 150 euros o más y se han convertido en una fórmula para mantener clientes.
En principio, la cláusula debe responder a una ventaja económica y ser aceptada expresamente por el consumidor, pero a Irache han llegado casos en los que se han cobrado cláusulas de permanencia que no habían sido aceptadas en ningún momento.
Otras veces sí que aparecen en el contrato pero redactadas de una forma incorrecta, sin informar del importe subvencionado y que es el que marca la penalización.
Por el contrario, destaca Irache, los consumidores ven cómo en cualquier momento la operadora les puede subir el precio acordado unilateralmente, lo que «está creando mucho malestar».
«Lo cierto es que, lamentablemente, la normativa actual permite a las compañías estas subidas, si están justificadas por nuevos servicios o mejoras técnicas, aunque el consumidor no las haya pedido, y si lo comunican al consumidor con un mes de antelación», indica la organización de consumidores.
En los últimos años, calcula esta entidad, las sucesivas subidas han sumado un encarecimiento de más de veinte euros para un servicio convergente.
Otro de los problemas de los paquetes combinados es la facturación de los servicios que el usuario no utiliza o no conoce, una vez que ya se ha cambiado de compañía. También se han dado situaciones muy parecidas con líneas móviles. EFE
