Últimas noticias

Caprichos y vacaciones “gratis total”, que pagamos todos

En la víspera del último capricho con que nos vuelve a obsequiar el Dr. Plagio en otra de sus esperpénticas decisiones que, me temo, no será la definitiva sino una más dentro del racimo de “sinfusteces” -por usar un calificativo coloquial- a las que nos tiene acostumbrados el “okupa” de la Moncloa en estos poco más de seis meses -que se nos tornan siglos-, en los que difícilmente era imaginable -¿lo era?- tanto despropósito, ya se ha filtrado un nuevo abuso de la familia presidencial.

Como decía, mañana viernes, día 21 -aniversario de la descabellada cita electoral con la que nuestro Presidente entonces cerró en falso la “intervención” descafeinada de Cataluña- está convocado en La Lonja del Puerto de Barcelona un Consejo de ministros -y “ministras”, que diría la brillante “doctora” de aprobadillo raso, Carmen Calvo “Pixie”-. Y digo “convocado”, porque no está claro que se llegue a celebrar -al menos de forma tranquila- ante la llamada a movilizaciones por parte de los CDR -Comités para la Defensa de la República, como se autodenominan-, brazo activo bajo cuerda –léase para el desorden- del actual desgobierno de la Generalidad -no olvidemos que el ahora “molt miserable” Joaquín Torra dijo orgulloso que “mi mujer y mis hijos forman parte de los CDR”-. Y es que estos comandos de la más pura “kale borroka”, han llamado a bloquear el aeropuerto de El Prat, cortar las calles, asaltar el Palacio de la Generalidad y hacer lo propio con el edificio en el que se reunirían nuestros “distinguidos” prebostes, La Lonja, curiosa “correspondencia” entre la segunda acepción el nombre del recinto y los huéspedes esperados y a buen entendedor pocas palabras.

Pero por mucho que los miembros del “equipo anuncio” montado por Pedro Sánchez y avalado por sus socios para llevar a cabo el asalto a España y a la Constitución -que eso parecen sus actuaciones-, repitan en sus intervenciones -cual cotorras amaestradas- que se trata de un Consejo normal aunque se celebre fuera de Madrid, como en el inicio de la campaña andaluza se desplazó a Sevilla -también “normal” y desprovisto de tinte electoralista alguno, por supuesto-, no deja de ser una convocatoria extraordinaria de la que sólo es normal el día de celebración, en su caso. ¿Es normal que se hable de que más de 9.000 efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del estado “garantizarán la seguridad del Consejo de ministros del día 21 en Barcelona”? ¿Es normal que siendo los “encargados de la seguridad” en Cataluña los Mozos, que nunca debieron ser creados porque nunca devbió transferirse esa competencia a las funestas autonomías -ojo con ellos que ya demostraron su “efectividad” hace poco más de un año, aquel triste 1/O-, y que en número de 8.000 se dice que cubrirán este dispositivo, tengan que ser reforzados por otros casi mil Guardias Civiles y Policías Nacionales para proteger a nuestros lamentables mandatarios? ¿Cuánto costará este nuevo capricho a las arcas del Estado, es decir al sufrido contribuyente del “YO soy el presidente y haré lo que YO quiera”? El YO, YO, y YO de este insensato -por ser prudente-, tan ambicioso como inane, que ya ha dejado claro que “de persistir en su actitud -los CDR, protegidos, si no animados, por la Generalidad-, un número suficiente de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se desplazarán a Cataluña” y que “Pese a las amenazas celebraré allí el Consejo de Ministros -‘p’a chulo yo y p’a gustos mi primera dama’- y así haré cumplir la palabra del Gobierno”. ¿Ha dado muestras en algún momento de tener palabra, es decir “honor” -cuyo significado desconoce- este energúmeno -y me vuelvo a contener en el calificativo-, salvo la dada a los que lo llevaron a la Moncloa, es decir la que más daño hace a España? Para rematar, y en su línea pomposa de amenazar con la amenaza, que de ahí no pasa -por si acaso- en sus juegos florales, concluyó diciendo que si hay desorden, “su gobierno dará respuesta firme, pero serena, proporcional y contundente del Estado social y democrático de derecho”. Ya veremos la contundencia del turista de la Moncloa. Para empezar, anuncia una reunión “bilateral” previa de su gobierno con el de la Generalidad -así lo impone su socio el golpista-, como si de dos países se tratara. Lamentable.

Y después del posible mal trago presidencial en Barcelona, nada mejor que irse un par de semanitas de vacaciones de Navidad -cual estudiante al uso y significativo para un ateo- para bajar el estrés en las dependencias de Las Marismillas (Coto de Doñana), primero, y en La Mareta de Lanzarote, después, si no recuerdo mal, aquel destino “descubierto” por su antecesor Rodríguez ZParo -casi 300.000 € costó el acondicionamiento de la residencia-, en el que se hizo pintar una cancha de baloncesto -9.000 € gastados en pintura- con la mala fortuna de sufrir una rotura fibrilar a las primeras de cambio. No quiero dejarme llevar por lo que se me vino a la mente recordando tan “trágico” accidente y su extrapolación al actual mandatario, pero dejo a la imaginación del lector los “mejores” deseos que se le ocurran para el Nuevo Año al clon de su modelo.

Por supuesto, vacaciones con desplazamientos en el Falcon o el helicóptero -la seguridad del primer ministro y familia es lo primero- a los que nos tiene acostumbrados, ya sea para ir a un concierto con su mujer en Castellón, a la boda de un cuñado en La Rioja -declarada al parecer “secreto de Estado” para no explicar el coste que supuso- o lo que encarte, oficial o privado, recuérdese de nuevo aquello de  “Yo soy el presidente…”. Claro que para el jefe de la ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero, que le dijo al periodista “chiqui, mil doscientos  millones es poco” el coste de sus vacaciones no es nada.

Mientras tanto, continúa la incertidumbre de las negociaciones en Andalucía, donde no sabemos aún si se acabará con el monopolio socialista de cuatro décadas o tendremos alguna “sorpresa” rojo-naranja pasando o no por el morado; el ministro de Fomento de la estulticia (necedad o tontería), José Luis Ábalos, se despacha llamando “casposos” a los españoles que defienden la afición a la caza o al toreo y su Vicepresidente, mi “ilustre” paisana citada al principio, sentencia que “Las mujeres tienen que ser creídas sí o sí y siempre”, palabra de Calvo, claro, que decía aquel anuncio del atún, una especie con más cerebro que los citados.

Antonio de la Torre, licenciado en Geología, técnico y directivo de empresa. Analista de opinión

Artículo anterior FP, unas siglas que cambiaron su significado en cuarenta años de socialismo

About The Author

Otras noticias publicadas

Responder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies