Ayer, varios cientos de personas, junto con diferentes colectivos del mundo de la educación, se congregaban en el Parque de la Insumisión de Pamplona para manifestar su profunda oposición contra el programa Skolae que el Gobierno de Navarra quiere imponer en las aulas.
Dicho programa pretende manipular la mentalidad de los alumnos de edades más jóvenes, con la intención de crear en ellos un mundo afectivo sexual diferente, sin darles la libertad de crear en ellos una mentalidad crítica y, más aún, pasando por encima del natural desarrollo de la afectividad y sexualidad en la infancia.
Pero lo más grave de todo ello es la imposición. Una imposición que se pretende aplicar a los niños pequeños cuando no han formado aún su personalidad, cuando aún no conocen el sexo, cuando jugar «a papás y a mamás», es algo carente de motividad sexual.
No extraña, por tanto, la oposición a dicho programa. La imposición y la manipulación son malas consejeras.