Sánchez e Iglesias firman en Moncloa el acuerdo de presupuestos para 2019. EFE
El presidente del Gobierno ha anunciado que va a volver a gobernar por decreto, convirtiéndose con ello, en el presidente que más ésta recurriendo al «decretazo» para un acción de gobierno. Símbolo absoluto de la imposición más que de la democracia tan cacareada.
En el próximo Consejo de Ministros lo hará efectivo. Uno de los decretos que va a firmar el presidente Sánchez parece que será repercutir a la banca el impuesto añadido por el Gobierno (autónomos también) a los actos jurídicos documentados. Sobre dicho impuesto, tras una ceremonia de confusión, pública y publicada, el Tribunal Supremo ha dictado que sea el cliente quien lo pague y no la banca, como hasta ahora era habitual y había sido puesta en duda en sentencia judicial emitida, precisamente, en el Tribunal Supremo.
Ahora el presidente Sánchez enmienda, hace caso omiso, al más Alto Tribunal de Justicia y, por su decreto, dice que será la banca quien pague este impuesto. Algo que, sabe, repercutirá en el ciudadano, siendo él quien finalmente lo siga pagando. En todo caso, lo que debería es cambiar la Ley para quitar este impuesto a la hipoteca de vivienda. No pagar uno ni otro, retirar el impuesto que esto sí es decisión y parte del Gobierno. En su defecto reducirlo a la mínima expresión.
