Concentración celebrada en la Plaza del Ayuntamiento de Cáseda (Navarra) en repulsa por los asesinatos de tres personas. EFE/ Jesús Diges
Una leyenda urbana de estos últimos años cuenta que, cada vez que se llama al 112, el número de aviso de emergencias, aquí en Navarra, solicitando la intervención de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, es justo a quien no se avisa o se avisa. Y así lo ha constatado el Delegado del Gobierno en Navarra al indicar que los incidentes relativos a seguridad que se reciben en el 112 se derivan al Centro de Mando y Control (CMC) de la Policía Foral, salvo los relativos a los municipios con Policía Local, si son asuntos de competencia de las policías municipales. Y el CMC lo comunica a los Cuerpos de Seguridad del Estado “cuando lo considera conveniente”.
Tras los trágicos sucesos acontecidos, como resultado del triple crimen cometido el martes en Cáseda, han emergido a la luz pública distintas informaciones y una preocupante polémica, tanto por el funcionamiento del 112 como la necesidad de mejorar la coordinación de los distintos cuerpos policiales. Lo sucedido, lamentablemente, pudiera ser uno de los casos en los que, a quien se avisa en último lugar, es a la Guardia Civil.
El caso es que, según información, al parecer, el vecino de al lado de la casa donde se estaban produciendo los hechos, llama al 112 y recibe una respuesta que ronda el esperpento, que no, que no se iba a llamar a la Guardia Civil, cuyos agentes se encontraban a 100 metros de distancia, en su cuartel.
Ante estos hechos, la oposición (UPN, PPN) ha pedido comparecencias y explicaciones al Gobierno de Navarra. La Asociación Independiente de la Guardia Civil, ha pedido a la Fiscalía que se investigue la comunicación sobre el crimen en Cáseda. Mientras que la presidenta de Navarra y su Departamento de Interior afirman que se actuó «correctamente» de manera “ejemplar”.
Sea como fuere, urge esclarecer las circunstancias en las que se produjo la comunicación de la reyerta de Cáseda y la activación de los recursos policiales en Navarra ante la llamada de emergencia.
Si dicha investigación confirmara lo sucedido, como se desprende de lo que ha trascendido a los medios, el hecho sería muy grave; el Gobierno de Navarra debería explicar la razón de tamaño despropósito y asumir responsabilidades.
