Navarra es una de las cinco comunidades autónomas que ofrece peor atención a las personas ostomizadas, ya que cuenta con 0,3 consultas por cada 100.000 habitantes, la mitad que Cataluña que es la que mejor posición presenta.
Estos datos están recogidos en el Libro Blanco de la Ostomía en España, elaborado por el Consejo General de Enfermería (CGE) con la colaboración de Coloplast, y que subraya el gran déficit de enfermeros estomaterapeutas que hay en la sanidad española en la que sólo existen 150 que ejercen a tiempo completo (lo que supone una ratio de 2 enfermeros por cada mil habitantes).
La ostomía, la realización de un orificio en el abdomen para evacuar los residuos tras ser operados de cáncer de colon, vejiga, recto y ano o por haber sufrido perforaciones, diverticulitis, fístulas o enfermedades inflamatorias intestinales, entre muchas otras causas, puede ocurrir a cualquier edad.
En el 40 % de los casos es permanente, por lo que los pacientes deben aprender a vivir con la «bolsa» toda su vida, algo complicado especialmente si no cuentan con la ayuda de un profesional que les oriente en los cuidados y manejos del estoma u orificio.
Sin embargo, el 37 % de los 70.000 pacientes que hay en España sale del hospital sin tener un enfermero de referencia al que acudir, situación que ocurre con mayor frecuencia en aquellas comunidades autónomas con menor ratio de estomaterapeutas.
El Consejo General de Enfermería considera que serían necesarios el doble de profesionales de los que existen para atender las necesidades de todos los afectados.
Además, y dado que cada año a los 70.000 pacientes ostomizados actuales se suman 16.000 nuevos, el Consejo cree que se debería extender la formación en ostomías a todos los enfermeros para que cualquiera tenga un mínimo conocimiento, según ha detallado en rueda de prensa el investigador principal del estudio, José Luis Cobos.
La importancia de contar con la ayuda de un estomaterapeuta la ha explicado Natividad Leal, paciente y corredora de maratones, que asegura que sin su ayuda no habría podido volver a correr y retomar la vida que tenía antes de la intervención.
«Mi enfermera me enseñó cómo vestirme, qué comer, ha hecho de amiga, de psicóloga», ha detallado Leal, que ha asegurado que una ostomía «te puede llevar psicológicamente a la ruina» si no cuentas con la ayuda de una enfermera especialista.
El presidente del CGE, Florentino Pérez, ha abogado por su parte por la elaboración de un protocolo de actuación con estos pacientes y que exista un censo oficial de pacientes. EFE
