Estados Unidos impuso hoy doce drásticas condiciones para llegar a un nuevo acuerdo con Irán sobre sus programas nuclear y balístico, y advirtió que, mientras Teherán no se preste a ello, le impondrá unas sanciones «sin precedentes» destinadas a debilitar el régimen iraní y cambiar su comportamiento.
En su primer discurso sobre política exterior, el nuevo secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, enumeró una serie de duras exigencias a Teherán que algunos analistas interpretaron como una señal de que el objetivo real de Washington no es llegar a un nuevo acuerdo, sino presionar por un cambio de régimen en Irán.