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El impacto de LaLiga Santander, la considerada mejor liga del mundo, ha dejado en los últimos años a la Segunda División demasiado alejada del foco mediático, además de recibir una menor atención de la que precisa un campeonato cargado de históricos que, año a año, pelean por retornar a la élite del fútbol español
Que se lo pregunten a Osasuna, uno de los que vive en primera persona la dureza de dicha competición.
Con 37 años de experiencia en Primera División, el equipo rojillo, séptimo en estos momentos, está sudando de lo lindo para mantenerse en el pelotón de cabeza. En situación similar se encuentran otros equipos con tanta tradición como el Sporting de Gijón (quinto), el Real Oviedo (sexto) o el Cádiz (tercero) e incluso los hay con un peor panorama por delante como el Valladolid (décimo) o el Zaragoza (undécimo). El escudo hace tiempo que dejó de ganar partidos en una categoría en que prima la intensidad, el balón aéreo y el juego entre trincheras, y donde no siempre gana, o sube, el mejor. Las plazas de privilegio están muy caras con tantos equipos con pasado glorioso compartiendo un mismo objetivo, el ascenso. Dos ascienden de manera directa y entre cuatro conjuntos se juegan el tercer y último billete en un ‘play-off’ al mejor de dos eliminatorias. Las apuestas deportivas sitúan a Osasuna entre los equipos llamados a estar en la lucha, una que se prevé intensa y muy abierta porque en el abanico de candidatos también habría que incluir a Sporting, Oviedo, Cádiz, Granada y hasta el Tenerife, que es undécimo.
Granada, primero en subir con el nuevo formato
El mencionado ‘play-off’, desde el cambio de formato, ha añadido un puntito de emoción y suspenso a una competición, ya de por si larga y dura, al contar con un total 22 participantes. Hasta la temporada 2009-2010, ascendían directamente los tres primeros, para entrar en el nuevo modelo en funcionamiento en la 2010-2011, en la que subieron el Real Betis, el Rayo Vallecano y el Granada al superar en la última ronda del ‘play-off’ al Elche.
El cambio en la reglamentación abre las puertas de Primera a más equipos, aunque no siempre asciende el que realizó una temporada regular más destacada como constatan varios ejemplos. El último caso lo representa Osasuna, quien logró el billete de manera inesperada tras firmar un sexto puesto en la temporada regular de la 2015-2016. Superó en la primera ronda al Nàstic y una después al Girona por un global de 3-1. En cierta manera, el Osasuna del presente recuerda al de entonces. Está bordeando la zona noble con un séptimo puesto, pero no termina de encontrar la regularidad de resultados necesaria para engancharse definitivamente a la zona noble de la tabla.
Aunque la postemporada se pueda entender como más justa en comparación con el sistema antiguo, el tiempo ha demostrado que está debilitando a La Liga. Basta con ver la enorme diferencia de puntos entre la parte alta y la de abajo. Un recién ascendido que termina quinto o sexto, está a años luz en todos los sentidos de uno asentado en la Primera División. Valga como referencia la batalla por la permanencia. Las Palmas (antepenúltima), Deportivo de La Coruña (penúltimo) y Málaga (último) son actualmente los peores del campeonato y se jugarán el no descender con el Levante. A diferencia de años anteriores, uno de los cuatro implicados puede llegar a salvarse con solo 30 puntos. Entre ellos y el resto hay mundo.
