Los políticos olvidan sus propuestas rápidamente y dónde «dije digo, digo Diego». Ayer el presidente Rajoy para defender su Plan de pensiones, utilizaba los mismos argumentos que en su día utilizó su antecesor, el señor Zapatero, allá por el 2011. Lo bueno es que entonces, Rajoy y su partido votaban en contra.
Caso similar al que hoy llevaba a cabo el partido socialista, al no apoyar las propuestas que, en su día, presentó el partido socialista.
Y es que hoy nuestros políticos adolecen de esa falta de ética política que les sería muy necesaria en su devenir diario.
La famosa regeneración política tan alabada y defendida, por algunos, se ha quedado en eso, en nada. Mientras los políticos sigan pensando que la política sirve para ganar dinero y no para solucionar la vida de sus ciudadanos, todo seguirá igual. Y es una pena.