La Bolsa de Tokio vivió una sesión sangrienta en la que perdió un 4,76 % en su peor cierre desde junio de 2016, dominada por el pánico y la incertidumbre generada por la debacle histórica de Wall Street.
El índice Nikkei cerró con un retroceso de 1.071 puntos, un 4,73 %, hasta situarse en 21.610,24 puntos, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, bajó 80,33 puntos, un 4,4 %, hasta las 1.743,41 unidades.