Miles de personas en toda Rusia salieron hoy a las calles de sus ciudades para pedir a sus conciudadanos el boicot de las elecciones presidenciales del próximo 18 de marzo, en una protesta que, a diferencia de otras veces, se saldó prácticamente sin detenidos en Moscú y San Petersburgo.
Pese a que las manifestaciones en las dos principales ciudades del país fueron declaradas ilegales y las autoridades advirtieron de que serían «duramente» reprimidas, el espectacular dispositivo policial desplegado apenas intervino.