El abogado Miguel Alonso Belza, en una foto de archivo de 2009. EFE
EFE.- El Juzgado de Violencia contra la Mujer de San Sebastián imputa al letrado Miguel Alonso Belza un delito de maltrato habitual en el ámbito de la violencia de género, otros cuatro de maltrato físico no habitual y un sexto de lesiones, en el caso que sigue en su contra por presunta violencia machista hacia su novia
El abogado es conocido por haber representado a la familia de Nagore Laffage, víctima de un asesinato machista en Sanfermines de 2008.
En el auto de conversión de la causa en Procedimiento Abreviado, al que hoy ha tenido acceso EFE, este juzgado considera que los hechos investigados a raíz de la denuncia presentada contra Alonso Belza por su excompañera sentimental en diciembre de 2016 se han obtenido indicios «racionalmente suficientes para sustentar provisionalmente» la presunta comisión de los citados delitos.
Según explica este texto judicial, fechado el pasado 13 de diciembre, la relación afectiva entre ambos se inició en febrero de 2015 tras lo que unos meses más tarde, «a partir de los meses de abril y mayo de 2016» el abogado, habría protagonizado «numerosos episodios de agresividad física, psíquica y ambiental para con ella».
Por ello, da traslado de las diligencias previas incoadas al Ministerio Fiscal, así como a la acusación particular, que ejerce la perjudicada, para que en el plazo de diez días soliciten la apertura de juicio oral, formulando escrito de acusación, o el sobreseimiento de la causa, o excepcionalmente, en su caso, la práctica de diligencias complementarias.
Juan Román Zubillaga, letrado de Miguel Alonso Belza en este caso, ha avanzado, en declaraciones a EFE, su intención de recurrir este auto en apelación ante la Audiencia de Gipuzkoa.
Además de este asunto, Alonso Belza está pendiente de la resolución de otro recurso presentado por su defensa contra la decisión del Juzgado de Violencia contra la Mujer de encausarle también por haber vulnerado presuntamente las medidas cautelares de protección que dictó en favor de la afectada en este mismo caso, y que le impedían comunicarse con su víctima y aproximarse a ella.
En este segundo caso, el letrado esta procesado por un delito continuado de quebrantamiento de la mencionada orden de protección tras haber llamado supuestamente en cuatro ocasiones a su excompañera desde distintas cabinas telefónicas de San Sebastián -mientras se instruía la causa principal- «siendo plenamente consciente» de la vigencia de la citada prohibición judicial.
Asimismo, el abogado se habría comunicado con la víctima a través de una tercera persona a la que habría dado distintos mensajes para ella, tanto en persona como por teléfono y por mensajes a su móvil.
Tras hacerse público este caso de presuntos malos tratos, fue retirado «cautelarmente» por el Colegio de Abogados de Gipuzkoa del Turno de Oficio de Violencia contra la Mujer al que estaba adscrito voluntariamente.
El letrado donostiarra, que ha llevado numerosos casos penales en Gipuzkoa, ha sido profesor de Derecho Penal en la Universidad del País Vasco, es Miembro de Honor del Instituto Vasco de Criminología (IVAC), y fue diputado de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Gipuzkoa, a la que dejó de pertenecer tras este asunto.
