Los líderes de la Unión Europea, salvo el Reino Unido, acordaron hoy centrarse en completar la unión bancaria y establecer un Fondo Monetario Europeo (FME) como prioridades para la reforma de la eurozona, de modo que en junio puedan tomar decisiones concretas para reforzarla.
«Los líderes estuvieron de acuerdo en mi propuesta de que en los próximos seis meses el trabajo de nuestros ministros de Finanzas deberían concentrarse en las áreas dónde hay más consenso», dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en una rueda de prensa posterior a la cumbre europea que celebraron los jefes de Estado y de Gobierno de la UE sin el Reino Unido.
En este sentido, dijo que deberán avanzar «paso a paso» para completar la unión bancaria y en la transformación del Mecanismo Europeo de Estabilidad -el fondo de rescate de la eurozona- en un Fondo Monetario Europeo, que tendría mayores competencias para gestionar los futuros programas de asistencia financiera.