Julen Sesma
El Gobierno de Navarra es preguntado por el portavoz de UPN Javier Esparza, por la supresión de la zonificación lingüística para hacer que el «euskera» sea oficial en toda Navarra.
Por parte del Gobierno, Uxue Barkos le responde que acata el mandato del Parlamento, que fue quién lo solicitó y aprobó.
En la réplica, Esparza llama sectario al Gobierno, y afirma que la acción del ejecutivo se resume en dar más derechos y posibilidades a quienes hablan «euskera» por encima de los que no, rompiendo la Igualdad de oportunidades y convirtiendo en unos «parias» a quienes no hablan ese idioma.
Esparza acusa a Barkos de «defender a los suyos» haciendo que los no vascoparlantes tengan menos derechos, aunque «pagan los mismos impuestos», así mismo, afirma que «UPN mantiene una cruzada para garantizar la igualdad de los navarros».
Para UPN, hay gente que habla «euskera» pero es residual, afirma que oye más «euskera» en el Parlamento que en la sociedad donde «solo oigo kaixos y agures» afirma.
Desde que Pamplona se rindiera al Duque de Alba bajo la amenaza de su propia destrucción a sido una obsesión constante del invasor y la minoría de nativos vendidos al castellano la desaparición del idioma navarro, ya que la destrucción cultural de los pueblos conquistados es la base fundamental de la asimilación.