El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, acusa a los responsables del Govern y de la Mesa del Parlament de alentar «una insurrección» y «un levantamiento violento» con el fin de celebrar el referéndum el 1-O y consagrar la independencia, lo que, a su juicio, constituye un delito de rebelión.
El fiscal argumenta en sus querellas que la violencia que requiere el delito de rebelión no exige que se esgriman armas, ni combate ni violencias graves contra las personas.