El Hospital Gregorio Marañón de Madrid y la empresa española Exovite han desarrollado una aplicación pionera en el mundo para el uso de gafas de realidad mixta de Microsoft en cirugías, que permite visualizar en el quirófano las pruebas clínicas del paciente, elevando la precisión y acortando los tiempos.
La aplicación ha sido desarrollada por un equipo interdisciplinar de radiólogos, ingenieros y cirujanos a partir del dispositivo de realidad mixta Microsoft Hololens, que mezcla realidad virtual con realidad aumentada.
“Somos los primeros en el mundo en hacer un desarrollo para imagen radiológica integrada en el quirófano utilizando gafas de realidad mixta. Ya fuimos los primeros en emplear impresión 3D en cirugía oncológica en 2014, y ahora también en mezclar la impresión 3D con gafas de realidad mixta en una cirugía real”, ha explicado el doctor Rubén Pérez Mañanes.
Gafas en el quirófano
El sistema se empleó por primera vez en una operación de tumor muscular maligno en abril pasado, en la que se empleó material anatómico de consulta 2D, reconstrucción 3D a partir de un TAC, cortes de una resonancia magnética del paciente, radiografías y un atlas quirúrgico.
El cirujano, con las gafas puestas, da órdenes de voz y hace gestos en el aire, tras los cuales las holografías se proyectan sobre cualquier punto del quirófano, por ejemplo “una pared, una mesa quirúrgica o sobre el propio paciente”,
Reconocimiento espacial
Previamente, el dispositivo mapea todo el espacio para colocar los paneles donde decida el cirujano, que puede cambiarlos de sitio, mostrarlos u ocultarlos, hacer exploración de 360 grados de modelos 3D o visualizar en detalle cada radiografía.
El sistema es “muy poco intrusivo y de fácil manejo, se comporta bien con la iluminación del quirófano e incluso con personal alrededor de la mesa”, detalló.
“Hemos desarrollado cosas específicas para las gafas, el panel holográfico, el panel radiológico virtual”, ya que Microsoft lo vende con licencia para hacer desarrollos.
Aplicaciones en cirugías
El sistema se estrenó en una cirugía ortopédica, donde “es fundamental” la orientación tridimensional para trasladar la planificación preoperatoria a la reconstrucción de articulación.
Así, se resecó el tumor “ajustando al máximo los márgenes para extirparlo con éxito dejando la menor secuela posible”, y desde entonces se ha utilizado “una vez al mes aproximadamente.
En cirugía oncológica, una intervención que dura ocho horas “se reduce a la mitad gracias a la impresión en 3D” del hueso u órgano afectado y del tumor.
Ahora, al incorporar información en tiempo real, “los tiempos no se reducen mucho más pero ha mejorado la interacción” y se evitan las complicaciones porque se reduce la improvisación, y su consiguiente estrés para los médicos, así como los riesgos para el paciente EFE