Resulta chocante el pretendido homenaje que el Gobierno de Navarra quiere celebrar en el campo de concentración francés de Gurs. Según los datos proporcionados 500 navarros estuvieron recluidos en dicho campo durante la segunda Guerra Mundial.
En el año 2006, el Gobierno Vasco ya realizó otro homenaje en dicho campo. Homenaje a los vascos que estuvieron presos allí. Se plantó un retoño de su famoso árbol de Guernica y se dijeron los discursos de rigor. Los datos históricos recogidos en archivos y gobierno francés así lo confirmaban.
La polémica ley de memoria histórica aprobada en tiempos de Zapatero y confirmada después por el PP de Rajoy ha posibilitado esta situación. Una situación que a reabierto viejas heridas, una situación que parece querer recordar. Pero recordar el que, que unas personas, estuvieron recluidas en dicho campo tras huir de la derrota de la última guerra civil que ha sufrido este país, o recordar que estuvieron recluidas en una tierra que colaboró con el régimen llamado de Vichy, amigo y aliado de los alemanes y que por ello hay que recordarlas y que están por encima de otras, más desconocidas y que no llegaron a estar en ningún campo de concentración, porque ya habían muerto para entonces asesinadas por quienes llegaron a dicho campo.
Lo sucedido hace ya más de 80 años es historia. Lo sucedido en el campo de concentración francés de Gurs es, por lo tanto, también historia. A los muertos hay que dejarlos en paz.
El Gobierno de Navarra celebrará un acto en el campo de concentración de Gurs