Cámara de Comptos de Navarra.
Desde la llegada de las ideas ilustradas a Europa, y en su caso a España, los fueros navarros han sido objeto de ataques continuos. Nunca se les ha entendido como lo que son, un cuerpo legislativo único, fruto del consenso de cientos, de miles de navarros que desde tiempos pretéritos quisieron, amaron a su tierra navarra.
Tras su incorporación al Reino de Castilla a principios del siglo XVI y tras el nacimiento de la nación española, un Reino dentro de otro Reino, se creó. La diferencia entre ellos eran los fueros. Y el pacto se mantuvo. Pero he aquí que al perder la primera guerra carlista, en la primera mitad del siglo XIX, el gobierno liberal de España trastocó el sistema, al hacer desaparecer un Reino dentro de otro Reino.
Tal fue el castigo, que el territorio navarro casi perdió su autonomía. Muy pocas cosas quedaron, sus fueros, modificados para adaptarse al sistema; alguna de sus instituciones, cámara de Comptos por ejemplo, y poco más.
La incipiente democracia, nacida tras el Franquismo, inventó el Estado autonómico y quiso, con ello, crear el llamado “Pan para todos”. Pero no todas eran iguales, de entre todas destacaba el sistema foral navarro, por ser, por ejemplo, la que recaudaba impuestos para su uso y disfrute, a diferencia del resto.
Una de las instituciones que ha permanecido desde la época del Viejo Reino navarro ha sido la llamada Cámara de Comptos, instrumento hoy fiscalizador de las instituciones navarras. Y en estas estamos cuando el gobierno nacionalista navarro se ha negado a obedecer al Tribunal de Cuentas estatal que le ha pedido datos económicos, aduciendo que aquí en Navarra no es el gobierno quien debe proporcionarlos sino la Cámara de Comptos. Conflicto en ciernes entre el gobierno central y el autonómico.
Se pretende vender este hecho como un ataque a Navarra, pero hay un hecho que pudiera desbaratar esta situación, cual es que curiosamente, el gobierno autonómico catalán, también está ejerciendo presión contra el Tribunal de Cuentas. Coincidencia no parece, sino más bien cosa premeditada.
Defensa de lo navarro si, pero no de aquello que pretenda desconectar con España. De todas las maneras, el que lo hace, debería pagarlo.
