Al menos 37 personas murieron y más de 50 resultaron heridas en el ataque de la pasada medianoche en un hotel de Manila por un hombre armado que, según la Policía, pretendía robar en un incidente que hoy permanece rodeado de confusión.
Las víctimas mortales perdieron la vida asfixiadas por la humareda causada por un incendio provocado por el atacante, cuyo comportamiento no resulta habitual en los asaltos de delincuencia común, tal como ha sido descrito en la versión oficial.